Morelia, Mich.- “¡¡Dos de octubre, no se olvida!!”, la consigna que cada año vuelve a las calles, de nueva cuenta se escuchó al conmemorarse el 55 aniversario de la masacre de Tlatelolco ocurrida en el año de 1968, aquel año olímpico que vio nacer la insurrección estudiantil y popular en México.
Este año, los contingentes de la Coordinadora de Universitarios en Lucha (CUL), que controla las casas del estudiante, fueron más numerosos que los del año pasado, con la participación no solo de los moradores de los albergues ubicados en Morelia, sino también los de Uruapan.
“¡¡Dos de octubre, no se olvida, es de lucha combativa!!”, retumbó una y cien veces desde que la marcha partió desde Ciudad Universitaria, enfiló por Cuautla y tomó la avenida Madero para llenar de consignas y voces de jóvenes un recordatorio que marcó un antes y después en el México contemporáneo, aunque no faltaron los despistados que en algunas cartulinas se notó la desmemoria al encimar un seis sobre un ocho, como si los hechos hubiesen ocurrido en 1988.
Con playeras que identificaban con colores los albergues a los que pertenecen, los estudiantes del nivel medio superior y superior de la Universidad Michoacana se manifestaron con carteles y mantas, en una movilización que se desarrolló con orden, sin la intervención a edificios o monumentos, aunque algunos negocios tuvieron la precaución de colocar tablones sobre sus vidrieras y fachadas para evitar cualquier incidente.
Solo ante palacio de Gobierno, donde se instaló un templete donde los oradores saludaban el paso de los contingentes y el albergue correspondiente, los policías antimotines, como ya es típico, fueron objeto de sus respectivas consignas: “¡¡Policías huevones, por eso están panzones!!”, sin falta los otros lemas que desde aquel año de la masacre se quedaron para el memorial de toda marcha que se precie de tal: “¡¡Prensa vendida cuéntanos bien, no somos uno ni somos cien!!”.
La movilización cesó ante Palacio de Gobierno, donde se desarrolló como en los últimos años un “festival cultural”, para posteriormente esfumarse los contingentes y de nuevo la avenida principal de esta ciudad capital se llenó de autos, de claxonazos y si, también de olvido.
