Morelia, Mich.- Esta mañana una comitiva interinstitucional de orden municipal presumió los logros en materia económica asociada con el turismo, sin considerar estrategias para afrontar los impactos negativos que conllevan.
Alfonso Jesús Martínez Alcázar, presidente municipal, mencionó, por ejemplo, que gracias a toda la activación económica que está llevando a cabo su gobierno ha aumentado el número de turistas que vienen a la ciudad, así como el número de nuevos restaurantes, hoteles y cafés que abren sus puertas, esto último, sin datos precisos.
También señaló que si septiembre fue importante en términos de la derrama económica, asociada en este mes al turismo local y de corto alcance, octubre, noviembre y diciembre lo serán más por la llegada de visitantes nacionales e internacionales –con mayor poder adquisitivo, como lo ha dicho en entrevistas previas.
Para darle cifras a los dichos de Alfonso Martínez, la secretaria de Turismo, Thelma Aquique, presumió que sólo en este mes patrio se registró una afluencia de 416 mil turistas y visitantes a Morelia, 48 por ciento más que lo registrado el año anterior en el mismo periodo, lo cual significó una derrama de 522 millones de pesos, 51 por ciento más que en 2022.
Estas cifras contemplan eventos de pequeño o mediano aforo, como el Festival del Mariachi, así como la segunda edición de la Feria Internacional del Libro y la Lectura de Morelia (FILLM), a la que habrían asistido más de 200 mil personas, sin dejar de considerar también los dos conciertos masivos ofrecidos en el Centro Histórico durante el mes (uno el 15 y otro el 29).
Sin estrategia de reducción de basura en eventos masivos
Sólo en este último, según el secretario de Servicios Públicos Municipales, Netzahualcóyotl Vázquez Vargas, se recogió un total de 42 toneladas y media de basura, dato que no fue enmarcado en alguna estrategia de reducción de desechos en este tipo de eventos masivos.
No hay estrategias actualizadas para contener la despoblamiento
El resto de la información tampoco fue acompañada, por ejemplo, por una reflexión en torno a la tendencia de despoblamiento de las ciudades a nivel global, la cual, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se da “cuando un proceso de renovación y reconstrucción urbana se acompaña de un flujo de personas de clase media o alta que suele desplazar a los habitantes más pobres de las áreas de intervención”.
Cuestionados en torno a este fenómeno, el alcalde lo reconoció como una causa por la que “han muerto muchos Centros Históricos en el mundo”; específicamente en cuanto a la actividad nocturna que se da en esta zona de la ciudad de Morelia, declaró que sigue siendo “una batalla diaria”, ya que los bares exceden el ruido, así como la cantidad de personas que ingresan.
Hace apenas unos meses un grupo de vecinos del Centro se organizaron para impedir la apertura del Casablanca Kitchen & Drinks, que durante meses operó sin tener licencia de funcionamiento, negocio que finalmente obtuvo su permiso.
Martínez Alcázar se limitó a agregar que hace siete años, en 2016, durante su primera administración al frente del municipio, se diseñó el Plan de Gran Visión “Morelia NExT” 2041, según el cual se plantearon proyectos, no para retener a los habitantes, sino para construir nuevas viviendas en “zonas deprimidas” del Centro Histórico ya deshabitadas.
Según datos de la Gerencia del Centro Histórico del Ayuntamiento de Morelia, recopilados por Víctor Ruiz en El Sol de Morelia, “en el año 2001 había 61 mil personas habitando esta parte de la ciudad, pero las últimas cifras del Inventario Nacional de Viviendas (INV) del INEGI revelaron que en 2020 la cifra poblacional descendió a 17 mil 915”.
La nota también da a conocer que “de las siete mil 521 viviendas particulares que se ubican en el centro a partir de avenida Michelena y hasta la avenida Tata Vasco, cinco mil 527 están habitadas, mientras que mil 954 no lo están”.
