Resolución de la ONU: “Promoción de la Economía Social y Solidaria para el Desarrollo Sostenible”

Sede de la Organización de las Naciones Unidas en Viena, Austria (Foto: Pixabay).

Considerado como un hecho histórico, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó en abril del presente año la resolución: “Promoción de la Economía Social y Solidaria para el Desarrollo Sostenible”, al reconocer que el emprendimiento social, incluidas las cooperativas y las empresas sociales, puede ayudar a aliviar la pobreza y a catalizar la transformación social aumentando la capacidad productiva de quienes se encuentran en situaciones vulnerables y produciendo bienes y servicios que sean accesibles para ellos.

En dicha resolución también se reconoce “la función que desempeña la economía social y solidaria en la promoción de la democracia y la justicia social, en particular mediante la mayor concienciación de los trabajadores de la economía social y solidaria sobre sus derechos humanos y laborales, el desarrollo de asociaciones y alianzas para alcanzar objetivos comunes, la mejora del potencial empresarial y las capacidades empresariales y de gestión, el fortalecimiento de la productividad y la competitividad, y el apoyo a la innovación social y tecnológica y a los modelos empresariales participativos, y la necesidad de facilitar el acceso de las entidades de la economía social y solidaria a los mercados internacionales y a la financiación institucional”.

La economía social y solidaria se caracteriza por la cooperación voluntaria y la ayuda mutua, la gobernanza democrática y/o participativa, y la autonomía e independencia. Al trabajar en todos los sectores económicos, las entidades de la economía social y solidaria subrayan la primacía de las personas y de la finalidad social sobre el capital en la distribución y el uso de los beneficios y los activos.

En ese marco, la ONU instó a los Estados Miembros a que promuevan y apliquen estrategias, políticas y programas nacionales, locales y regionales para apoyar y potenciar la economía social y solidaria como posible modelo de desarrollo económico y social sostenible.

Diferentes organismos del sector cooperativista a escala internacional han asegurado que esta resolución será un instrumento clave para aumentar la visibilidad de la economía social y solidaria, y ofrecer la oportunidad de un intercambio y aprendizaje por parte de los Estados miembros, orientando a las agencias de la ONU sobre las áreas prioritarias de trabajo en esta materia y documentando sus contribuciones al desarrollo sostenible.

De esta manera, la ONU ha ratificado que las cooperativas, en sus distintas formas, promueven la máxima participación posible en el desarrollo económico y social de las comunidades locales, y de todas las personas, cuya inclusión contribuye a la erradicación de la pobreza y el hambre, ayudando así a alcanzar el objetivo de no dejar a nadie atrás y cumplir la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible. 

Además, las cooperativas ofrecen oportunidades de trabajo decente y contribuyen a empoderar a las mujeres, incluidas las mujeres de las zonas rurales, los jóvenes, las personas con discapacidad y las personas en situaciones vulnerables, fortaleciendo el desarrollo comunitario y la cohesión social y al fomento de la diversidad, la solidaridad y la protección y el respeto de los conocimientos y las culturas tradicionales, incluidos los de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales.