Redes Alimentarias Alternativas

Las Redes Alimentarias Alternativas (RAA) son iniciativas organizadas que enfrentan el reto del sistema agroalimentario actual, basado en privilegiar los negocios y las ganancias a costillas del derecho a una alimentación sana.

Las Redes Alimentarias Alternativas (RAA) son iniciativas organizadas que enfrentan el reto del sistema agroalimentario actual, basado en privilegiar los negocios y las ganancias a costillas del derecho a una alimentación sana. En estas redes se articulan productores, transformadores y consumidores para construir sistemas alimentarios más locales, justos, democráticos y sustentables.

“A diferencia de la cadena agroindustrial basada en la lógica capitalista de explotación-acumulación que concibe a los alimentos como mercancías, las prácticas de las RAA se apoyan en la economía social y solidaria. Asimismo, promueven reivindicar la alimentación como un acto político y socialmente transformador. Esto implica entender a la alimentación por su importancia sociocultural, económica, ambiental, identitaria y emocional”, destacan especialistas en el tema.

Hoy en México comienzan a proliferar en distintas regiones proyectos que realizan acciones para promover formas alternativas de producción y distribución de alimentos, bajo principios socioambientales que permiten vincular a los productores con los consumidores y revalorar la función social del consumo como un acto económico, político y cultural.

En este tema, el gobierno federal considera que los mercados o tianguis alternativos son espacios físicos de organizaciones de la sociedad civil en donde se comercializan productos agroecológicos, frescos y sin agrotóxicos, privilegiando el consumo de productos que consideran buenas prácticas en su elaboración. Son espacios en donde se revaloriza los vínculos entre productores y consumidores; se fomenta la información para el consumidor, a través de talleres y charlas para promover hábitos de consumo más sanos y bajo criterios socioambientales, más allá de ser sólo productos orgánicos. El valor de los mercados alternativos es establecer dinámicas de comercio justo que beneficien tanto a productores como a consumidores, y a la misma naturaleza.

De acuerdo con un trabajo periodístico del medio SinEmbargo (https://www.sinembargo.mx/17-04-2024/4489356), en México existen al menos 38 redes alimentarias alternativas en las que consumidores y productores se articulan para lograr sistemas de alimentación locales y sostenibles, esto como respuesta al modelo actual, donde la comida chatarra ha desplazado las dietas tradicionales.

“Con estas iniciativas podemos lograr que las grandes industrias dejen de dictar la manera en la que vamos a comer, los cuerpos que vamos a tener y la manera en la que pensamos a nuestro planeta”, refiere Dulce Espinosa de la Mora, socia fundadora del Colectivo Zacahuitzco, en entrevista para el mencionado medio de comunicación.

La académica explicó que las RAA, que se caracterizan por vincular directamente a la ciudadanía con las y los productores, surgieron desde la década de 1950 en países como Japón, siguieron en Europa, y posteriormente en el continente americano. En México, detalló, se tienen registros de una de estas redes en Guadalajara, Jalisco, desde hace 20 años.

“En 2020, el Colectivo Zacahuitzco, la Cooperativa de Consumo La Imposible, el Mercado Alternativo de Tlalpan; el Tianguis Alternativo de Puebla, el Tianguis Agroecológico de Xalapa, la Red Socioambiental Amealco y el Grupo Alimento Sano realizaron junto a la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) un mapa de las redes alimentarias alternativas que existen en México donde encontraron 38 distribuidas en distintos estados”, resaltó la activista.

“Comer y cocinar son actos políticos que conllevan decisiones, elecciones y una responsabilidad social que atraviesa todo el sistema alimentario, desde la tierra a la mesa. No debemos confiar algo tan importante como nuestra alimentación a las grandes corporaciones agroindustriales, ni a las de la industria de la comida chatarra y bebidas azucaradas”, señala, por su parte, la organización “El Poder del Consumidor”.