Morelia, Mich.- Actualmente, y más allá del asistencialismo que marca la agenda en estas fechas, el gobierno de Morelia no cuenta con programas para la inserción laboral de personas en situación de calle.
Fue el director del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) de Morelia, José Manuel Álvarez Lucio, quien señaló que se ha logrado canalizar a un total de 60 personas en esta situación a albergues o centros de rehabilitación, casi una veintena más que la cifra reportada la semana pasada (42).
Estimó que esto podría representar un 90 por ciento de quienes se han identificado en la ciudad, a lo cual agregó que la estrategia que impulsa la instancia a su cargo se basa en el convencimiento (y no en la coerción) para que este sector pueda salir de su situación de calle, un supuesto que se exceptúa en caso de que estén vinculados a alguna falta administrativa.
“La gran mayoría accede por hambre, por frío, por seguridad”, comentó en términos generales; los datos desagregados de esta población serán dados a conocer la próxima semana en reunión con el Consejo Ciudadano de Morelia.
Las declaraciones se dieron en el marco del banderazo de salida del programa “Cobijemos Morelia”, con el que el gobierno de la ciudad pretende repartir cobijas donadas a la población con media y alta marginación del municipio, dentro de ella, las personas en situación de calle.
Sin embargo, Álvarez Lucio reconoció también que, más allá de estas acciones, no existe como tal un programa municipal para asegurar que esta población pueda hacerse de las herramientas necesarias para insertarse a la actividad económica por medio de un oficio o profesión.
Si esto sucede tiene que ver, en cambio, con que uno de los albergues y centros de rehabilitación con los que se tiene el vínculo para la canalización cuenta, dentro de su propia dinámica, con cursos facilitados por el Instituto de Capacitación para el Trabajo del Estado de Michoacán (Icatmi).
De allí habrían resultado casos de éxitos de personas que llegaron a ser contratados por una pollería o una panadería, aunque el funcionario dijo desconocer la cifra: “Tendría que preguntar”.
