Fotografiar la violencia, para denunciar y sanar: Sunny Quintero

Indigna más a la gente que quemen una pared, plantea organizadora de la exposición “Sobre la violencia de género contra las mujeres”.

Con algunas deficiencias, como montar las etiquetas de autor sobre las imágenes, la muestra se puede visitar en el Jardín de las Rosas. | Agencia Comunicación Gráfica

Morelia, Mich.- Denunciar la realidad que las lacera y sanar sus impactos, éstos pueden ser dos de los propósitos que están detrás de la fotografía de calle hecha por mujeres, quienes todos los días se enfrentan a la violencia de género.

Tal fue la reflexión que compartió Sunny Quintero, fotoperiodista invitada por el Instituto de la Mujer Moreliana para la Igualdad Sustantiva (Immujeris) para colaborar en la organización de la exposición “Sobre la violencia de género contra las mujeres”.

“A veces la verdad incomoda”, refirió la entrevistada en cuanto al hecho de que las alrededor de 50 obras que componen esta instalación se encuentran al aire libre en el Jardín de Las Rosas.

“Es más fácil que caminando por la calle te topes la foto y sea inevitable verla, la curiosidad hace que te acerques, leas la ficha de cada imagen que nos explican diversas historias. Así se extiende mejor el mensaje de la realidad que estamos viviendo en México”.

A propósito del impacto que alguna de esas imágenes pueden causar, en la medida que algunas de ellas retratan momentos dolorosos y crudos, Sunny Quintero refrendó la libertad de las participantes, a lo cual agregó su postura a favor del “quémenlo todo”, pues este tipo de fotografías puede ser una vía para sanar los impactos de la violencia cotidiana.

“Es la manera en que cada quien mitiga ciertos dolores, porque muchas hemos sufrido violencias. Que lo quemen todo. ¿Cómo es que la gente se sorprende tanto de cómo queman o pintan monumentos, y no se sorprenden de que cada día te despiertas y hoy hay una muerta más, hoy hay una niña violada más, hoy hay una secuestrada más, una violentada en su casa que no lo menciona? ¿Cuántas mujeres hay al día? ¿Y las que no han denunciado? ¡Que sigan levantando la voz!”.

El criterio básico de selección de las fotógrafas que respondieron a la convocatoria –17 de ellas morelianas, el resto de otros lugares del país e incluso del extranjero– fue que su propuesta se enmarcara en el género de la fotografía de calle y retratara de alguna forma la violencia que viven las mujeres.

Las historias que cuentan las obras recorren un amplio espectro de este relato cotidiano, desde momentos de rabia y sostenimiento mutuo en protestas masivas por sus derechos, pasando por la represión que este tipo de acciones llegan a recibir de parte de las fuerzas del Estado, hasta la imagen cotidiana de una madre que camina con su bebé cargado en brazos, afuera del entonces Hospital Civil, donde pernocta en espera de atención médica.

Una de las fotografías se titula “Vivas, libres, felices”, su autora es Lorena Casillas, quien capturó el brazo de una artista que participaba en un performance durante el primer aniversario del feminicidio de Jéssica González Villaseñor, joven profesora que fue víctima de Diego ‘N’ el 26 de septiembre de 2020.

La composición impresa en negativo –con lo cual el morado del pañuelo de la manifestante retratada cambió a verde, color también alusivo a la lucha de los derechos de las mujeres– es una crítica a las imágenes que suelen aparecer en los medios de información, donde la violencia se muestra “con morbo” y “se termina normalizando”.

“Esta imagen representa el feminicidio de forma literal. Yo quise hacer un acercamiento del brazo de una de las chicas, quien justamente portaba un tatuaje de dos mujeres abrazadas y besándose. Era como esa manifestación del amor que sigue allí, dentro de toda esta vorágine de violencia, limitaciones y coacción. Mi imagen es esta demanda de justicia, de ser escuchadas, de poder transitar libres y tranquilas por las calles, y de saber que nos acompañamos entre nosotras”.