Morelia, Michoacán.- El escritor mexicano José Agustín se despidió de sus lectores luego de recibir la extremaunción a los 79 años, informó su hijo José Agustín Ramírez.
“Con esto ya mi trabajo aquí se va terminando”, dijo tras recibir el óleo sagrado por parte de un sacerdote, señaló su hijo quien agradeció las muestras de cariño que su padre y familia han recibido.
“Solo para aclarar, por si hubo alguna confusión, mi padre sigue vivo y luchando, su familia lo acompañamos y nos sorprende su fuerza, me disculpo si pude dar esa idea, he borrado el post, les agradecemos a todos su apoyo e interés en su salud, seguimos con nuestras oraciones y en nuestro camino”, aclaró en sus redes sociales.
El escritor es considerado uno de los narradores más emblemáticos de su generación, esa que Margo Glantz llamó Generación de “La Onda”.
José Agustín estudió Letras clásicas en la Universidad Nacional Autónoma de México, Dirección en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos y Composición dramática en el Instituto Nacional de Bellas Artes.
Escribió su primer novela a los 19 años, titulada “La Tumba”, también es autor de los libros “Ciudades Desiertas”, “De Perfil” y “Se está haciendo tarde”.
También escribió textos periodísticos y ensayos y crónicas. Fue uno de los fundadores de Reforma y colaboró en dos de los suplementos culturales más importantes del país: Confabulario de El Universal, y La Jornada Semanal de La Jornada.
Según información de La Hoguera, la última aparición pública del escritor fue en la presentación de la reedición de cinco de sus libros por parte de Penguin Random House en Cuautla, Morelos, titulada ‘José Agustín. Memorias de juventud, rock y contracultura’ que incluye las obras El rock de la cárcel (1986), Vida con mi viuda (2004), Cuentos completos (2001), Ciudades desiertas (1988) y De perfil (1966).
En 2009, luego de ofrecer una conferencia en el marco del Festival Internacional de Cine Documental Musical In-Edit, en el Teatro de la ciudad de Puebla, el escritor sufrió una caída de una altura de dos metros dejándole como consecuencia seis costillas rotas, una lesión en el oído y una fractura en el cráneo, tiempo desde el que ya no volvió a publicar ningún libro.
