Carnaval electoral

Evento de Claudia Sheinbaum en Michoacán. | Agencia de Comunciación Gráfica

El 18 de enero concluyó la mal llamada precampaña o primera etapa del proceso político-electoral federal 2023-2024 para elegir presidente de la república 2024-2030; así como 128 senadores: 64 de mayoría relativa, 32 de primera minoría y 32 plurinominales; quienes ejercerán su cargo del 01 de septiembre de 2024 al 31 de agosto de 2030 e integrarán las LXVI y LXVII legislaturas.

Asimismo, 500 diputados federales que formarán la LXVI legislatura (se cuenta a partir de 1857), 300 de éstos, serán elegidos mediante voto directo de los electores y 200 denominados plurinominales, que serán seleccionados de las listas que previamente los partidos políticos entregarán al INE y de acuerdo a la votación proporcional que obtengan en cada una de las 5 circunscripciones, (40 por cada una), en que se agrupan las 31 entidades federativas y la Ciudad de México.

Precampaña que oficialmente inició el 20 de noviembre del año próximo pasado, durante la cual según la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, los partido políticos deberían de haber hecho  un proceso interno, para seleccionar a los candidatos a los diferentes cargos de elección popular, de conformidad con la mencionada Ley, los estatutos, reglamentos y acuerdos y demás disposiciones que hubieran establecido los órganos de dirección de cada partido político.

Norma electoral que no fue observada por los partidos políticos ni por los principales aspirantes a ocupar la presidencia de la república, ya que desde meses antes de que iniciaran oficialmente las precampañas, se dedicaron a hacer proselitismo político sin limitación alguna. Desde ese entonces, era un hecho que la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo sería la candidata del bloque “Sigamos Haciendo Historia” representando a Morena, PVEM y PT y la Ing. Bertha Xóchitl Gálvez Ruíz lo fuera por la coalición denominada Frente Amplio por México, que luego cambió a “Fuerza y Corazón por México” conformada por el PAN, PRI, PRD y un grupo de los dueños del dinero.

Siendo el Partido Movimiento Ciudadano, el único que respeto los tiempos electorales designando como su candidato al Licenciado en Relaciones Internacionales Jorge Álvarez Máynez.

Legalmente aún no comienzan las campañas del mencionado proceso electoral y nuestra vista y nuestros oídos, están saturados de todo tipo de información relacionada con “los candidatos” y los partidos políticos que los postulan. La cual se difunde a todas horas del día: mañana, tarde y noche en los diferentes medios de comunicación o  se encuentra instalada en las calles, alamedas, plazas  o en otros espacios público o privados.

Con el receso electoral llamado “inter-campañas” que va del 19 de enero al 29 de febrero, durante el cual las autoridades electorales resolverán todas clase  de controversias que se hayan generado a la fecha, a fin de iniciar en completo orden las campañas que se realizarán del 01 de marzo al 29 de mayo, terminando  justo tres días antes de la jornada electoral del 02 de junio, día en que se conocerá la verdadera encuesta electoral, despejando cualquier duda o especulación sobre preferencias electorales, quedando concluido dicho proceso con la validación de las votaciones por parte de las autoridades electorales correspondientes. En ese espacio de tiempo, nuestros sentidos, descansarán un poco de percibir tanta información plagada de muchas mentiras y pocas verdades, pero seguiremos siendo receptores cautivos de notas periodisticas, comentarios u opiniones que se hagan al respecto.  

Ese aparente descanso perceptivo terminará con el inicio de las campañas, las cuales se prolongarán durante 90 largos días y millones de simples mortales que por una u otra razón no hemos tenido y posiblemente nunca tendremos la oportunidad de participar en la selección de algún candidato, mucho menos a ser votados, para ocupar un cargo de eleccón popular, nuevamente seguiremos  viendo, escuchando, palpando o sintiendo, el ruido que provocan las campañas politico-electorales.

En nuestro diario transitar, posiblemente recibiremos desde, calendarios, posters, volantes, trípticos, bolsas, gorras, playeras, paraguas, mandiles, plumas, cuadernos, mochilas, entre otras cosas. Observaremos bardas con mensajes vanos de los candidatos y partidos políticos; imágenes por todas partes, escucharemos historias increíbles, como la niña de las gelatinas, perifoneo intermitente haciendo público el amor a la patria y la preocupación de los candidatos por sacar de la pobreza y la miseria en que viven más de 50 millones de mexicanos. Por la radio, la televisión y las redes sociales estaremos informados en tiempo y forma, de todo lo que suceda en el desarrollo de las campañas.

Seguramente se multiplicara la instalación de propaganda en aquellos espectaculares de mejor visibilidad, los cuales en el clásico tamaño estándar, de 3 x 9.1 a 4.30 x 14.63 metros, su renta mensual oscila entre los $ 18 mil y $ 20 mil, pesos.

Si se contratan 10 espectaculares se tendrían que pagar $ 200 mil pesos mensuales, multiplicados por los tres meses que dura la campaña estaríamos hablando de un gasto de $ 600 mil pesos, sólo en este tipo de publicidad. Por otra parte, se tendrá que pagar  gasolina durante esos 90 dias, de por lo menos 10 vehículos en las demarcaciones donde la población no esté tan dispersa; comida y una gratificación mínima de $ 500 pesos diarios a cada uno de los brigadistas que participen en la difusión e instalación de la propaganda.

Es tanta la información que se difunde en una campaña político-electoral, donde manifiestan los protagonistas todas sus bondades humanas y su preocupación principalmente por las necesidades de los más de 50 millones de mexicanos que  viven en pobreza o en la miseria, que en ocasiones hasta yo he llegado a marearme al tener esperanzas de que las cosas mejoren. Desafortunadamente vuelvo a la realidad y me dio cuenta que desde hace años, seguimos escuchando las promesas de siempre y en ocasiones por candidatos reciclados, traidores a sus partidos que los proyecto y a veces hasta corruptos, que han ocupado los cargos habidos y por haber y poco o nada han aportado  para mejorar la calidad de vida de los habitantes, de su comunidad, de su municipio de nuestro estado y de nuestro país.

Mientras todo este carnaval electoral se desarrolla a plenitud, la corrupción, impunidad y la delincuencia, se perciben por todas partes, con una intensidad  nunca antes experimentada. La educación y la salud pública siguen siendo de pésima calidad; las becas escolares sólo sirven para pagar “cuotas voluntarias de inscripción”, al inicio de cada semestre escolar y la compra de algunos  útiles escolares; los apoyo que recibimos bimestralmente los adultos mayores, resultan insuficientes para comprar las medicinas que requerimos para sobrellevar los padecimientos propios de nuestra edad, ya que la infraestructura médica del  Seguro Social, es insuficiente, además  de que faltan medicinas para que proporcione un servicio de calidad.  

El ISSSTE, tal parece que está perdiendo su función social, de proporcionar asistencia médica a la población, ahora también se dedica a otorgar préstamos económicos a sus derechohabientes a corto y medianos plazos, a una comoda tasas de interés que oscila entre el 11 y el 16%.   

Cada candidato dice ser la mejor opción para atender las necesidades de la poblacio, lo cierto es, pocos son congruentes con lo que piensan y hacen. Los partidos políticos que hagan una selección  razonada de sus candidatos lograran obtener la confianza de la mayoría de los electores, mientras quienes insistan en seguir utilizando los métodos tradicionales para imponer candidatos se pueden llevar la sorpresa política de su vida.