Los dos mexicanos secuestrados en el Mar Rojo están sanos, confirma la SRE

Los hutíes amenazaron con atacar a embarcaciones israelíes en esas aguas estratégicas situadas entre el noreste de África y la península arábiga, como represalia al conflicto entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.

Morelia, Michoacán.- La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) confirmó que los dos mexicanos secuestrados a bordo del buque de carga Galaxy Leader por militares hutíes en aguas internacionales del Mar Rojo, en noviembre, se encuentran en buen estado de salud.

Mediante un comunicado, la SRE detalló que en seguimiento a los acontecimientos que se registraron en las costas de Yemen y en la que se corroboró que dos mexicanos integraban la tripulación que fue secuestrada, la cancillería a través de sus embajadas en Arabia Saudita e Irán pudo establecer un acercamiento entre los dos mexicanos y sus familias, corroborando que se encuentran en buen estado de salud, sin sufrir maltrato o abuso.

“El embajador de México en Irán sostuvo una llamada con ambos mexicanos quienes informaron que reciben un trato adecuado, que se encuentran en buen estado de salud y que las condiciones a bordo del buque en el que permanecen retenidos son adecuadas. Además, el cónsul honorario de México en Sanaa, Yemen, realizó una visita a los connacionales para constatar sus condiciones y estado de salud”, informó la SRE.

La cancillería detalló que la Subsecretaría de Relaciones Exteriores y la Dirección General de Protección Consular y Planeación Estratégica han transmitido por canales diplomáticos la prioridad de asegurar el retorno inmediato y seguro de los mexicanos.

Asimismo, la Dirección General de Protección Consular y Planeación Estratégica ha mantenido comunicación constante y permanente con las familias de ambos mexicanos para mantenerles informadas sobre las acciones y gestiones realizadas.

Fue el 21 de noviembre de 2023 cuando la dependencia federal informó que en el buque secuestrado tenía entre sus tripulantes a dos mexicanos.

Israel describió el incidente como un “acto de terrorismo iraní” con consecuencias para la seguridad marítima internacional.