DEBATAMOS MICHOACÁN: Diversidad e inclusión

El movimiento social que se genera a lo largo y ancho de la geografía mexicana nos indica que la diversidad sexual (concepto paraguas que permite la inclusión de las diversas identidades sexuales) ha ido avanzando en su lucha social. (Foto: cortesía Gerardo Herrera Pérez)

La pregunta que muchas personas nos hacemos frente al binarismo es, qué es la diversidad, y cuáles son los elementos que deben prevalecer para que se generen las condiciones para la inclusión y una sana convivencia. La diversidad e inclusión son conceptos que se incluyen en el diseño de la política pública, los marcos normativos y se han generado estructuras operativas para que se puedan vivir por la población. 

La importancia de hablar de la diversidad y la inclusión en constructos sociales es fundamental para aspirar a la justicia social y la equidad. Vengo sosteniendo desde hace ya tiempo, la importancia de fortalecer en las mallas curriculares de la educación los elementos de la diversidad e inclusión; esta posición permite avanzar en la igualdad de oportunidades educativas para todos los alumnos, independientemente de sus diferencias culturales, étnicas, lingüísticas, de género, religiosas o bien de aquellas personas que viven con una discapacidad.

Cuando nos referimos a la diversidad comprendemos que, en la realidad que vivimos no puede existir solo un binarismo, es decir, machos y hembras, o bien, lo blanco y negro, lo bueno y malo, el frio y el calor, al contrario, entre lo bueno y lo malo se posiciona un claroscuro intenso, en donde nos ofrece distintas variedades de apreciar la mezcla de color entre el blanco y el negro, es decir, existe una variedad o diversidad de características que presentan los individuos en una sociedad, en tanto que la inclusión podemos hacer referencia a la integración de las diferencias en un entorno común, en el cual se generan las condiciones de respeto frente a dichas diferencias.

En los contextos educativos es fundamental trabajar con el binomio diversidad e inclusión, toda vez que se busca garantizar que todos los alumnos, alumnas, alumnes tengan acceso a la misma calidad de educación y que se respeten las diferencias individuales de conformidad con el sexo, genero, raza, clase, entre otros. Por lo que es fundamental facilitar la enseñanza a las necesidades de cada estudiante, pero igualmente se requiere promover la convivencia y el diálogo intercultural (paz y convivencia social), así como fomentar el respeto y la aceptación a la diversidad social, cultural, dogmática, sexual, étnica, lingüística, política, entre otras.

Así, el binomio de la diversidad e inclusión educativa se enfoca en la creación y mantenimiento de un ambiente escolar que promueva el respeto y la valoración de las diferencias individuales como parte de una riqueza social, y es que será de esta manera que la comunidad educativa podrá sentirse segura y cómoda en su centro escolar.

Para el desarrollo de una educación inclusiva y diversa se necesita de la colaboración de todos los elementos que forman la comunidad educativa (estudiantes, docentes, personal administrativo, operativo, directivo y padres de familia) incluidos los documentos sustantivos, en ellos, las mallas curriculares para determinar el modelo de educación inclusiva y diversa, es decir que se precise el fomento de la diversidad inclusiva, la  igualdad, la libertad, la equidad, la justicia social, el respeto, la tolerancia y todos aquellos valores que permiten construir una realidad inclusiva y diversa.

Y es que la diversidad se refiere a la enorme variedad de características y experiencia que hacen que cada persona sea única, irrepetible, en su condición étnica, de raza, su edad, el género, la orientación sexual e identidad de género, la discapacidad, su formación educativa, y otras muchas más que cruzan en interseccionalidad, por ello, no podemos expresar solo la idea de un binarismo frente a dicha diversidad social, sexual, cultural, étnica, lingüística, política, dogmática, es decir la gran riqueza social en la que vivimos. Por otro lado, la inclusión, genera los ambientes que permiten el respeto y la tolerancia a partir de que las personas se sienten con voz, valor y poder, para poder contribuir plenamente a la comuna donde se desarrolla su vida en permanente comunicación con la otredad.

Así, los centros escolares requieren de fortalecer los valores de la diversidad y la inclusión, pero igualmente los espacios de trabajo, las fábricas, los lugares donde se generan las relaciones con el servicio público y los servidores públicos, de un lado y de otro es fundamental la promoción de la diversidad y la inclusión; un espacio laboral con respeto a la diversidad y la inclusión logra mejorar la creatividad, la innovación y la productividad de las personas empleadas, mejora igualmente el trabajo de equipo y el trabajo colaborativo, con lo que se logra atraer y retener a personas de gran creatividad, y permitir la satisfacción y el compromiso con la empresa o institución por parte de las personas trabajadoras.

Reitero, la diversidad en el trabajo es constitutivo de la clave para la innovación y el éxito en el espacio de trabajo, al valorar y desde luego respetar las diferencias de cada persona, se construyen los espacios para la sana convivencia. Por ello, la diversidad enriquece la vida y el trabajo, y es esencial para el crecimiento y la prosperidad de cualquier organización laboral de la que se pueda tratar.

Hoy, uno de los pilares en los cuales trabajan muchos de los servidores públicos, pero también personas sensibles y comprometidas, como Celeste Ascencio, es en el fortalecer la relación entre la diversidad y la inclusión, ya que al trabajar en el binomio se logrará una verdadera inclusión en cualquier entorno; y es que, al tener una comprensión de la diversidad en la realidad documental, las normas y su objetivad se mejora el ambiente de trabajo o comunitario.

Así, al reconocer y valorar las diferencias, se puede crear una cultura de la inclusión y el respeto, es decir, el ejercicio de la tolerancia, el reconocer las diferencias, valorarlas, pero, comprendiendo que unos y otros, tienen los mismos derechos y libertades que aseguran el respeto a su dignidad humana ética, real y ontológica.

Por ello, resaltar, destacar, comprender, que la diferencia es un concepto clave en la relación entre la diversidad e inclusión, ya que es precisamente la diferencia lo que hace que cada persona sea única e irrepetible. De esta manera, la inclusión no significa ignorar las diferencias, sino celebrarlas utilizarlas para enriquecer la experiencia de todos. El pensamiento y manera de ver no solo la realidad objetiva, la realidad subjetiva, sino de la realidad de lo posible por Celeste Ascencio, permite seguir colaborando con la comuna para  generar las vías para que más personas se sumen a trabajar desde sus trincheras en el binomio de diversidad e inclusión a partir de reconocer la valía de las diferencias. Nunca más un mundo homogenizado, nunca más un mundo binario, la diversidad como ejercicio permanente de ver la riqueza social y de la diferencia irrepetible de cada persona, ser humano.