Imposturas intelectuales y el postestructuralismo

"Imposturas intelectuales" es un libro coescrito por Alan Sokal y Jean Bricmont que sacudió el mundo académico cuando se publicó por primera vez en 1997.

Primero una definición, el postestructuralismo es una corriente intelectual asociada fundamentalmente con los trabajos de un grupo de filósofos y teóricos críticos franceses de mediados del siglo XX. El término se define por su relación con un movimiento intelectual anterior: el estructuralismo. El estructuralismo propone que uno pueda entender la cultura humana por medio de una estructura, modelada en el lenguaje (lingüística estructural), que difiere de la realidad concreta y de las ideas abstractas, un «tercer orden» que media entre los dos. Entiéndase esto como se entienda.

Imposturas intelectuales” es un libro coescrito por Alan Sokal y Jean Bricmont que sacudió el mundo académico cuando se publicó por primera vez en 1997. Esta obra, para muchos de sus lectores, me incluyo, fue un auténtico torpedo en la línea de flotación de las fantasías postestructuralistas francesas; en ella Sokal y Bricmont exponen de manera precisa, metódica y contundente las deficiencias intelectuales y las prácticas engañosas de algunos prominentes pensadores postestructuralistas franceses, incluidos Jacques Derrida, Julia Kristeva, Gilles Deleuze y Jacques Lacan entre otros.

Una de las críticas principales que Sokal y Bricmont plantean es la absoluta falta de rigor intelectual y la utilización de una jerga hermética y deliberadamente compleja en el trabajo de estos filósofos. Es algo conocido y documentado que, en lugar de argumentos claros y fundamentados, los postestructuralistas a menudo recurren a una prosa oscurecida por el uso excesivo de términos técnicos y referencias oscuras, y para colmo mal enfocadas lo que dificulta la comprensión y evaluación de sus ideas.

Por ejemplo, Sokal y Bricmont desmontan las afirmaciones de Derrida sobre la naturaleza de la escritura y la desconstrucción, argumentando que sus textos son ambiguos y carecen de fundamentos sólidos. Critican la tendencia de Derrida a jugar con palabras y crear neologismos, lo que dificulta la tarea de determinar el significado preciso de sus escritos. Asimismo, los autores critican la obra de Kristeva, señalando su uso de conceptos psicoanalíticos vagos y su falta de rigor en la argumentación. Sokal y Bricmont argumentan que, si bien Kristeva puede ser una escritora talentosa, su trabajo carece de la claridad conceptual y la coherencia lógica necesarias para ser considerado como una contribución significativa al campo del pensamiento.

En cuanto a Deleuze, Sokal y Bricmont cuestionan su estilo literario críptico y su tendencia a mezclar filosofía con literatura y arte de una manera confusa. Critican su uso de metáforas oscuras y su rechazo de la lógica tradicional lo que conduce a una falta de claridad y precisión en sus escritos.

En cuando al fantasioso Jaques Lacan y su pretendida relación entre el psicoanálisis y las matemáticas, los autores demuestran que Lacan malinterpreta gravemente los conceptos matemáticos y utiliza términos técnicos de manera inapropiada. Además, critican su tendencia a basar sus teorías en la interpretación subjetiva en lugar de en datos concretos.

Concretando: Los principales errores de la filosofía postestructuralista, según Sokal y Bricmont, incluyen:

-Falta de rigor conceptual: Estas personas a menudo utilizan un lenguaje oscuro y abstracto que dificulta la comprensión de sus ideas. Esta falta de claridad conceptual puede llevar a interpretaciones ambiguas y a la imposibilidad de evaluar críticamente sus argumentos.

-Abuso de la jerga técnica: Los postestructuralistas tienden a abusar de la jerga técnica y los términos especializados, lo que puede dar la impresión de profundidad intelectual sin necesariamente respaldar sus afirmaciones con argumentos sólidos. Esto puede ocultar la falta de sustancia detrás de su aparente erudición.

-Falta de coherencia lógica: Muchos textos postestructuralistas carecen de una estructura lógica clara y coherente. Esto puede deberse a su enfoque en la deconstrucción de sistemas de pensamiento tradicionales, lo que a menudo conduce a una fragmentación conceptual y una falta de consistencia interna en sus argumentos.

-Uso excesivo de metáforas y figuras literarias: Los postestructuralistas a menudo recurren a metáforas y figuras literarias en lugar de argumentos lógicos y racionales. Si bien esto puede ser efectivo para transmitir ideas de manera evocadora, también puede conducir a una falta de precisión y a interpretaciones subjetivas.

-Falta de base empírica: Muchas de las afirmaciones carecen de una base empírica sólida y se basan en la interpretación subjetiva en lugar de en datos concretos. Esto destruye la credibilidad de sus teorías y las ubican fuera de los métodos científicos.

Concluyendo: Sokal y Bricmont argumentan, con datos sólidos, que la filosofía postestructuralista sacrifica la claridad, la coherencia y el rigor intelectual en favor de una estética literaria y una crítica radical de las estructuras de poder establecidas.

Add. Vale la pena leerlo.