“El Sol es comido por la Luna”: Conoce los mitos sobre los eclipses solares

En diversas tradiciones, como la china y la mexica, se creía que durante un eclipse alguna entidad divina devoraba al Sol, ya sea un dragón o una deidad.

Los eclipses han sido fenómenos fascinantes desde la Antigüedad, dando lugar a diversos mitos en diferentes culturas. | Fotografía: UNAM

Morelia, Mich.- El ser humano siempre ha buscado darle significado o sentido a lo que observa, de ahí la creación de mitos cosmo-antropogónicos y de origen. Desde la antigüedad, los eclipses han sido objeto de curiosidad y asombro, dando lugar a diversos mitos en torno a estos fenómenos astronómicos.

De acuerdo con lo documentado por la UNAM, en ciertas culturas, se creía que el Sol era devorado por una entidad divina. Los chinos, por ejemplo, pensaban que un dragón se lo tragaba y, al hacer ruido, este lo escupiría. Una creencia similar tenían los mexicas, quienes consideraban que una deidad mordía al Sol.

Mito fundador

Durante la fundación de Tenochtitlan y al colocar la primera piedra, se presenció un eclipse. La leyenda cuenta que había un nopal con tunas rojas y maduras, interpretadas como la representación de los corazones de los sacrificados.

Por ello, en la piedra fundacional se esculpió un águila posada sobre un nopal, símbolo del Sol, con una vírgula saliendo de su boca. Los españoles, al ver esta representación, pensaron que se trataba de una serpiente, pero en realidad, simbolizaba un mensaje: “Establezcanse aquí”.

Los rituales durante los eclipses. Los mexicas ofrecían sacrificios de personas albinas en honor a los dioses, y las mujeres embarazadas, por su parte, se colgaban un pedernal para prevenir el nacimiento de bebés con labios leporinos.

Los mayas, grandes astrónomos, observaban el cielo con un instrumento compuesto por dos varillas, una horizontal y otra vertical, para medir la posición de los astros en el horizonte.

Este instrumento, similar a un astrolabio creado por los árabes, estaba equipado con una plomada y una mirilla, permitiendo observar con precisión la posición de los astros. Gracias a él, podían determinar la altitud de las estrellas, así como la hora y su ubicación.

Otras culturas

Los hindúes, a diferencia de los chinos y mexicas, creían que el demonio Rahu era quien perseguía y devoraba un pedazo del astro rey. Sin embargo, también tenían la tradición de generar ruidos escandalosos para espantar a la entidad maligna.

Los pueblos inuit, “esquimales” de Groenlandia desde su visión pensaban que los eclipses solares eran el resultado de las batallas entre las diosas Anningan (luna) y Malina (sol).

*Con información Gaceta UNAM.