Morelia, Michoacán.- El Tren México-Toluca no funcionará en su totalidad antes de que concluya el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, quien ha presionado a los funcionarios para no dejar obras inconclusas, pero el Tren Interurbano continúa siendo una pesadilla heredada.
De acuerdo con información de Aldo Munguía, reportero de El Financiero, para agosto o septiembre, el tren podría funcionar desde Zinacantepec a Santa Fe, pero no llegaría a Observatorio, la estación final.
“Tenemos la meta de poner en servicio hasta Santa Fe entre agosto y septiembre, tal vez no con las velocidades de proyecto porque estaríamos apenas terminando la instalación de los sistemas”, aseguró Manuel Gómez Parra, director general de desarrollo ferroviario y multimodal de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT).
El funcionario indicó que para poder subir la velocidad en el trazo, es necesario hacer pruebas para no poner en riesgo a los pasajeros.
La liberación del derecho de vía ha sido uno de los obstáculos para finalizar la obra, pero tiene un origen: La deficiente planeación de los proyectos ferroviarios en el país y la extorsión que realizan grupos para beneficiarse de la construcción de las obras, admitió Gómez Parra.
Ambas situaciones entorpecen el avance de la obra y encarecen los proyectos, como ha ocurrido con el Tren México-Toluca.
El costo final de la construcción del tren será de 100 mil millones de pesos, refirió el funcionario.
El Tren México-Toluca es un proyecto heredado por el gobierno de Enrique Peña Nieto que originalmente costaría 38 mil millones de pesos, pero que ha aumentado en su costo debido a la falta de planeación.
El tren que conectará a Toluca con el metro Observatorio entró en operación parcial el 15 de septiembre del año pasado, con servicio en 4 de sus siete estaciones.
