Arvide comentó que fue en los 90’s cuando conoció a la señora María de la Luz Cardona, dueña del inmueble, a quien atrevidamente le cuenta sus sueños y esta, para su sorpresa, le permite iniciar el teatro. Así comienza la aventura de limpiar, cablear, iluminar y vestir el foro con la ayuda de Rafael Delgado, escenógrafo del Teatro Melchor Ocampo.