VIVILLADAS: ISSSTE… crece desabasto de medicamentos

Ante la contingencia que se estamos viviendo, que  trae de cabeza a la población mundial, es de esperarse que exista descontrol en el sector salud, máxime si nunca se tuvo la práctica de la prevención o si en aras de ello existieron todo tipo de malversaciones y manipulaciones al presupuesto; esto lo entendemos, pero lo que no se puede concebir es que bajo ese pretexto esté creciendo el desabasto de medicamentos que ayudan a controlar otro tipo de enfermedades, mismas que no se van a detener, ni van a detenerse.

La situación que se vive en el ISSSTE, prácticamente en todo el sector salud, tiene  un historial de falta de atención, de responsabilidad y de sentido humano; nunca se ha trabajado en condiciones óptimas, ni en cuanto a profesionales de la salud, de infraestructura, de insumos básicos y desde luego en cuanto al medicamento para el derechohabiente.

Poner atención en ello ha sido una lucha eterna por parte de algunas organizaciones sindicales, organizaciones de derechos humanos y de fracciones políticas a su gusto o conveniencia. Resolver la situación se ha convertido en un reto complicado para el actual gobierno, que si es verdad encontró “la casa desarreglada” hoy le corresponde poner atención en ello y  solucionar la problemática existente.

La ley de salud universal plasmada hoy en la constitución, sin duda es valiosa y de gran relevancia. Eso de tener atención gratuita y medicamentos en cualquier institución pública  de salud (incluso en privadas, dependiendo de las circunstancias) en  letra es formidable y un magnífico referente a favor del gobierno de la Cuarta Trasformación por el impacto positivo que implica para la población en general, pero es un arma de doble filo porque dará gran aceptación hacia el presidente López Obrador o una gran pérdida en cuanto a su aprobación, pulsaciones que no obstante pueden ser abstractas o maniobradas (de cualquier lado)  siempre interesarán a los gobiernos en turno.

En este marco señalamos que, en  la capital del estado michoacano, en el principal referente de salud para los trabajadores de la Federación, desde hace varias semanas no solo existe desabasto en medicamentos que son primordiales para tratar enfermedades  cardiovasculares, para el  cáncer, la diabetes, o de algunas otras más; sino que ahora se está incrementando, tenemos la referencia que si en general faltaban 36 de manera sistemática o frecuente, ahora el listado ha crecido a 58 aproximadamente, lo que es por demás preocupante.

La problemática se agudiza para el derechohabiente porque los medicamentos faltantes, además de significar la diferencia entre la vida o la muerte, sin cortes amarillistas, en general son de precios inalcanzables porque algunos varían  entre los 2000, 3000, 4000, o más miles de pesos, sobre todo conociendo de los bajos salarios que la mayoría de la burocracia federal (y estatal), reciben por sus servicios.

No todo puede, ni debe,  ser atención a la evolución del Covid-19, sabemos de lo que implica para la salud y la economía del país, pero día a día mueren más por otros padecimientos y no podemos ser omisos ante ello. Aunque por otro lado, no debemos perder de vista que los hábitos alimenticios, la percepción psicológica y emocional  y  los estilos de vida actuales, ya bastante conocidos, forman parte de una cultura mexicana que representan riesgos permanentes, en esto, también, debemos ser cuidadosos.

Insistimos, bajo cualquier condición no es justo que los pacientes de enfermedades crónicas o degenerativas (bueno, cualquier enfermo) estén sufriendo por la escasez  de medicamentos, sea por recortes presupuestales, por la pandemia, por corrupción, por desacuerdos con laboratorios farmacéuticos, por bloqueos, por lo que se les ocurra pero los pacientes merecen atención y una  atención con dignidad.

Por otro lado, comprendemos que el sector salud trae una estela de problemas ocasionadas por gobiernos anteriores, pero Andrés Manuel debe trabajar para en lo posible y a la brevedad, buscar soluciones inmediatas; en estos caso los pretextos, cualquiera que sea, salen sobrando. Es cuestión de vida o muerte.

Lao Tze, filósofo chino, expresó: “La salud es la mayor posesión. La alegría es el mayor tesoro. La confianza es el mayor amigo”. Vincent Voiture, escritor francés, aconsejó: “El secreto para tener buena salud es que el cuerpo se agite y que la mente repose”. Según, poner en práctica ésto representa una magnífica receta para que el cuerpo pueda eliminar virus, bacterias y volver a la normalidad. Habrá que intentarlo.