DEBATAMOS MICHOACÁN: El cuerpo humano en el mercado

Después de la Segunda Guerra Mundial, se sentaron las bases de un modelo de sociedades de consumo, más tarde como expresa Guille Lipovetzky, de sociedades de hiperconsumo, las cuales promueven abiertamente el hedonismo, el narcisismo, la búsqueda del éxito, el lujo y los valores individuales; la búsqueda del placer en el sexo, las sustancias toxicas, las marcas, y todo aquello que nos lleve a lo inmediato, inestable y efímero, es decir a la construcción de valores individuales y líquidos, expresa Z. Bauman.

Esta manera de impulsar los bienes, productos y servicios en el mercado y sus leyes de la oferta y la demanda han generado muchas tensiones sociales y la comisión permanente de delitos de carácter planetario como el tráfico de droga, la venta de armas y desde luego la trata de personas.  

Motivo por el cual se requiere de continuar trabajando en acciones de gobernanza para impulsar, fortalecer, diseñar, desarrollar e implementar modelos de prevención y de actividades que generen el  compromiso de la sociedad, de  los padres de familia, y con el acompañamiento de las autoridades para contener y en su momento disminuir y eliminar el delito de Trata de Personas. 

El Cotrapem, es decir, el Consejo para la Atención del delito de Trata de Personas en Michoacán, el cual integra instituciones de los diversos niveles gubernamentales y de la sociedad civil, quienes trabajan a favor de promover acciones para la prevención y eliminación del delito, que genera cientos de millones de dólares de las bandas criminales, en el mundo.

Las acciones se insertan en un modelo económico en donde el cuerpo es considerado como una cosa, o una mercancía que puede ser un producto o brindar un servicio para quien lo demande, es decir, se sujeta a las leyes de la oferta y la demanda, si hay quien los necesite, habrá quien lo ponga en el mercado para su compra. Es decir, existe la cosificación del cuerpo.

De esta manera el modelo económico que tenemos, es decir el neoliberalismo genera un mercado que ofrece bienes, productos y servicios y este conjunto de satisfactores sociales tienen un precio y están sometidas a las reglas de la oferta y la demanda. Pese a ello, cuando se habla de personas y no de bienes o servicios, o bien cuando le ponemos rostro a las cosas, nombre y apellido, hombre o mujer, con características para colocar en el mercado, es obvio que estamos hablando de un fenómeno que pone a los más vulnerables en condiciones de violentar la dignidad humana y sus derechos y libertades; sobre todo si hablamos de niños, niñas, adolescentes o jóvenes, adultos mayores, pero también poblaciones indígenas o en condiciones de discapacidad.

Hablemos claro, cuando las personas entran en el comercio, cuando se vuelven un objeto, cuando se cosifican y son compradas para la explotación de diferentes formas (las víctimas de trata de personas terminan en distintas situación de explotación forzada, entre ellas la construcción, actividades de minería, servidumbre, servicios domésticos, venta de productos en zonas turísticas, mendicidad forzada, prostitución forzada, pornografía, matrimonio forzado o servil, actividades ilícitas para el crimen organizado, extracción de órganos y otras más), estamos frente a un fenómeno llamado la nueva esclavitud, que ha seguido vigente desde los albores del primer genocidio en las Américas, con el proceso de Conquista.

La información y formación a los grupos en condición de vulnerabilidad, ya señaladas anteriormente, es necesaria para evitar la invisibilidad de este fenómeno social y evitar que se dé la trata de personas. Es preocupante que la trata de personas se vea desde solo un ángulo, que es el penal, se le considera un delito y por ello se le persigue por distintas estructuras públicas que obedecen mandatos de ley para inhibirlo, de igual manera desde la perspectiva internacional se le da un tratamiento desde el enfoque de la delincuencia organizada, y se puede comprender derivado a que hay una vinculación entre el crimen organizado en todo el mundo, para atender las necesidades de mercado, pero por otro lado recordemos que es el delito con mayor presencia internacional y de mayor impacto económico.

Se considera, desde el pensamiento de la complejidad,  que el delito de trata de personas debe de revisar diversos enfoques aparte del penal; es decir,   para recibir del Estado mexicano cuando ya se cometió el delito el apoyo absoluto a las víctimas, para evitar la impunidad y su invisibilidad, para ello ya existen diversas instancias gubernamentales y desde la sociedad civil, pero se requiere de seguir fortaleciéndolas para continuar sus procesos de profesionalización de la  función pública.  

Por ello, será importante seguir trabajando para que adicionalmente al análisis penal y criminal y de delincuencia organizada, se le vea con otro enfoque desde el análisis de los derechos humanos y las libertades, que permita continuar prestando la ayuda a la víctima y de prevenir que no se generen más víctimas; y es que brindar un enfoque desde la perspectiva de los derechos humanos nos obliga a ver que una víctima de trata se ponen en juego sus derechos, entre ellos: la vida, la libertad, su libre desarrollo de la personalidad, su integridad y desde luego la dignidad humana.

Por ello, el Órgano Autónomo de los Derechos Humanos en Michoacán, continua trabajando en colaboración con el COTRAPEM para impulsar acciones que permitan ir desarrollando el modelo de prevención entre la población, para evitar que se cometa dicho delito, por ello, se fortalece la información con los estudiantes de diferentes instituciones públicas y niveles académicos a quienes se les lleva información para su formación y prevención de este nuevo flagelo, la nueva esclavitud.

De esta manera se reconoce todo el avance y fortalecimiento de las acciones de política pública (de difusión, comunicación, coordinación, capacitación, evaluación, seguimiento y otras) que ha venido construyendo e impulsando, desde que se fundó el COTRAPEM a favor de prevenir y evitar situaciones que pongan en riesgo la estabilidad de la población en Michoacán.