Reflexionar o postergar

Toda sociedad no sólo para asegurar su permanencia en el tiempo y en el espacio, sino también para satisfacer sus propias necesidades, establece sus instituciones básicas tales como la familia. (Foto: especial)

Toda sociedad no sólo para asegurar su permanencia en el tiempo y en el espacio, sino también para satisfacer sus propias necesidades, establece sus instituciones básicas tales como la familia; el sistema religioso; el sistema de producción; el sistema de salud y el sistema político. Cada una de ellas es un conjunto de normas previamente establecidas para evitar improvisaciones en el momento de la toma de decisiones. La interacción de las mismas, juegan un papel determinante en el crecimiento y desarrollo de su población.

El Sistema Educativo Nacional, conformado por el conjunto de la infraestructura física, técnica, administrativa, servicio y acciones educativas regulado por el Estado, tiene como fin “el desarrollo armónico de todas las facultades del ser humano”, establecido en el Artículo 3° constitucional, para lo cual se tiene que asegurar a los individuos ejercer su derecho a la educación, tanto en el aspecto de capacitación como de formación, desde la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, media superior y superior. Mediante un proceso de enseñanza-aprendizaje, teniendo como postulados: aprender a aprender; aprender a hacer; aprender a ser y aprender a vivir. Pretende que los estudiantes adquieran los conocimientos básicos en cada nivel educativo; comprendan esos conocimientos y los apliquen en su vida diaria; que esos conocimientos adquiridos y asimilados les permitan tomar sus propias decisiones y que sepan vivir en sociedad en un marco de valores y en armonía con sus semejantes y con la naturaleza. Para lo cual se han planteado como objetivos entre otros: Mejorar la calidad educativa; disminuir las desigualdades sociales; desarrollar la ciencia y la tecnología; el desarrollo integral de las personas, convirtiendo sus aptitudes en habilidades para hacerlos competitivos en el campo laboral.

Desde los griegos hasta nuestros días, se ha tratado de encontrar la mejor forma de llevar a cabo el proceso de enseñanza-aprendizaje, de tal manera que los estudiantes asimilen, comprendan y apliquen lo aprendido.  Para ello se han implementado algunos modelos educativos, es decir diferentes enfoques, tanto pedagógicos como educativos, que establecen un patrón en la elaboración de un programa de estudio, con la finalidad, entre otras cosas, de orientar a los docentes en su enseñanza, haciendo homogénea la educación en un territorio determinado. Si no existiera un modelo educativo, cada profesor enseñaría de una manera completamente diferente, provocando anarquía en los contenidos, en el control del proceso y en la evaluación, dificultando la convalidación de estudios.

El modelo tradicional, estuvo enfocado en los conocimientos del docente, quien transmitía información, mientras que los estudiantes escuchaban  y seguían  las instrucciones al pie de la letra. En el conductista, lo importante era  la adquisición de habilidades o conocimientos a través de la repetición,  el aprendizaje del alumno se basaba en recibir información, repetirla y memorizarla, prácticamente se pretendía que el alumno se convirtiera en una auténtica grabadora. El humanista contemplaba el desarrollo integral de los estudiantes, poniendo énfasis en el progreso de las habilidades socioemocionales; considerando que el aprendizaje es el resultado de la interacción social. El interactivo centrado en el alumno, promoviendo el desarrollo de habilidades y actitudes. El sunbury, se basa en que los estudiantes establecen su propio proceso de aprendizaje, interviniendo el docente cuando las circunstancias así lo requieran. El proyectivo, en este modelo: la elaboración de proyecto es la base del aprendizaje. El constructivista, que está enfocado a la solución de problemas del mundo real, basado en la investigación como herramienta de construcción del conocimiento y en esquemas de trabajo colaborativo, con este enfoque lo que se pretende es apoyar al estudiante para que pueda desarrollar su propio conocimiento. En el de  la nueva escuela, iniciativa de nueva administración federal de nuestro país, tiene como objetivo mejorar la calidad de la enseñanza, mediante el Programa de Mejora Escolar Continua, pretende impulsar servicios para fomentar la formación del pensamiento crítico. Actualmente, la creación de este modelo educativo se encuentra en plena discusión de la versión final, para finalmente, iniciar su implementación en agosto de 2021.

Para la implementación de todos y cada uno de los modelos educativos ensayados, se han utilizado planes y programas de estudio, métodos y materiales pedagógicos, programados en un periodo determinado de tiempo, de por lo menos 200 días de clases efectivas, de no atenderse  puntualmente la calendarización de las actividades, difícilmente se podrá desarrollar el programa académico correspondiente.

Todos los modelos  ensayados en el Sistema Educativo Nacional, han sido debidamente argumentados en los escritorios oficiales, pero hasta la fecha ninguno ha cubierto las expectativas previstas en la Constitución. Se sigue teniendo bajo índices de aprendizaje en todos los niveles educativos y en vez de que se consolide lo que ya está establecido, se pregona la apertura de nuevos centros educativos, que desgraciadamente se convertirán en verdaderas fábricas de desempleados. El fracaso de la educación en México se debe a que en ningún momento se ha consultado a los verdaderos protagonistas del proceso enseñanza-aprendizaje como lo son los maestros y alumnos, quienes son los que verdaderamente saben cuáles son las necesidades que se tienen en el aula para llevar a cabo las acciones señaladas en el modelo educativo en turno.

El tabulador de sueldo de los docentes se mueve en un rango de 18 niveles, por supuesto con prestaciones diferenciadas; a los recién ingresados tardan en pagarles hasta un año y a los jubilados hasta tres en entregarles su liquidación por el tiempo laborado. Las aulas no cuentan con el mobiliario adecuado, los laboratorios y talleres son obsoletos por lo que ya no se pueden realizar las prácticas señaladas en los programas, además de que no se cuenta con el material requerido para su realización; el equipo de cómputo es insuficiente para el aprendizaje de programas computacionales, mucho menos con pizarrones inteligentes. No se tiene el suficiente material didáctico; últimamente antes de la pandemia los cursos presenciales de capacitación ya no se realizaban y los cursos en línea dejan mucho que desear. La mayoría de los alumnos de las escuelas públicas pertenecen a familias de bajos recursos económicos, en algunos casos disfuncionales.

El primer obstáculo que enfrentan al inicio de cada  ciclo escolar es la falta de dinero para pagar la cuota “voluntaria” impuesta por la sociedad de padres de familia; la compra del uniforme escolar; los útiles escolares y cuando no viven cerca del plantel tienen que gastar en el pasaje diario. Conocí alumnos en tan difícil situación económica que me decían que sólo hacían dos comidas al día. Al parecer el Gobierno Federal ha tratado de apoyar a los alumnos con el pago de una beca, lo cual parece un acto muy bondadoso, sólo que el pago no llega con oportunidad. De no seguir tomando en cuenta esta problemática del binomio maestro-alumno, por las mejores intenciones que se establezcan en un modelo educativo el resultado seguirá siendo el mismo: “la postergación del desarrollo integral  del individuo”. Para que tenga éxito cualquier cambio en el proceso enseñanza-aprendizaje se debe consensuar con los verdaderos maestros que dejan parte de su vida en las aulas ayudando a la formación de las nuevas generaciones, predicando con el ejemplo. Además se deberán considerar las necesidades, aspiraciones e inquietudes de alumnos y padres de familia.