El regreso a las aulas

El regreso a las aulas es indispensable para que no se siga limitando la educación de los infantes y adolescente y fracturando la sociedad. (Foto: especial)

Los televisores, las salas o las mesas de los comedores de los hogares, los cibercafés, las computadoras, las TABLETS, los IPHONES y otros médios de comunicación, por eficientes que sean, no pueden sustituir a las aulas, talleres laboratorios, áreas deportivas y de esparcimiento, con que cuentan las escuelas, debido a que el proceso de enseñanza-aprendizaje, es multifactorial y complejo y requiere de espacios para aprender, pero también para divertirse, descansar y hasta para comer, lo que significa que en cada uno de ellos, los alumnos van forjando su educación, para enfrentar con éxito los problemas y saber vivir en sociedad en el futuro. Como dice Aloys Ficher, “la escuela constituye en general, tal vez la mejor organización de criba o selección social”, además de ser una institución autónoma libre de influencia familiar, religiosa o política, donde se alcanza la libertad de pensamiento a través del conocimiento.

El regreso a las aulas es indispensable para que no se siga limitando la educación de los infantes y adolescente y  fracturando la sociedad. Deberá planearse en tiempo y forma, para que cuando estén dadas las condiciones de seguridad sanitaria se pueda hacer con orden, dirección y seguimiento y de acuerdo a la realidad socio-grafica de cada una de las regiones del país. Se deben ir retomando los espacios escolares con las debidas precauciones y no exponernos a otra embestida del virus SARS-CoV-2. No se debe caer en improvisaciones, como al parecer  sucede  con los programas de vacunación y “jóvenes construyendo el futuro”, que se han llegado a contaminar con el gorgojo de la discriminación y la corrupción, quedando sólo en buenas intenciones las bondades de los objetivos previstos, desaprovechando la oportunidad de sentar las bases para una nueva y auténtica sociedad.

El regreso a clases es un tema demasiado delicado, debe estar sustentado técnicamente en los tres tipos de planeación: estratégica, táctica y operativa, para no ser sorprendidos por contratiempos y eventualidades que pongan en riesgo la vida de alumnos y maestros. Por lo que deben proyectarse los resultados deseados y los medios para lograrlo, mediante una sólida coordinación entre los tres niveles de gobierno: Federal, Estatal y Municipal y padres de familia, generando la sinergia del trabajo en equipo.

La planeación estratégica corresponde al Gobierno Federal, a través de las Secretarías de Educación Pública y Secretaría de Salud, las cuales  deberán  analizar la situación que guarda la pandemia, para saber a dónde queremos llegar, como le vamos hacer y el presupuesto disponible para lograrlo. Con base en dicho análisis, precisar los objetivos o  fines  que se persiguen; las metas o el resultado deseado; la estrategia a seguir, es decir, el procedimiento más viable y racional para alcanzar los objetivos planteados; los lineamientos de política, guía o directrices  para la toma de decisiones en cada una de las áreas participantes; las acciones o actividades específicas, así como  los recursos  presupuestales, para la implementación del plan.

La planeación táctica será responsabilidad de los Gobiernos Estatales en Coordinación con los Delegados  del Gobierno Federal, quienes deberán analizar la situación que guarda la infraestructura educativa y la matrícula escolar, para establecer con detalle de cómo se deben armonizar y priorizar las acciones establecidas en la estrategia diseñada y los recursos asignados para tal propósito. También designar a cada uno de los responsables que deberán realizar las tareas específicas en tiempo y forma de acuerdo a la calendarización establecida, así como diseñar la logística para la ejecución de las mismas.

La planeación operativa corresponde a las autoridades municipales y subdelegados del bienestar del Gobierno Federal, y padres de familia quienes deberán unir esfuerzo para elaborar e implementar un plan operativo y poder llevar a cabo todas y cada una de las acciones establecidas en la estrategia general, para que sea posible alcanzar las metas y los objetivos que están contenidos en la planeación estratégica  y táctica. Precisar con claridad las tareas que deberán desempeñar cada uno de los participantes, para no duplicar esfuerzos y todo se haga en completa coordinación y de acuerdo a lo planeado y  en casos imprevistos actuar con la oportunidad debida.

Es importante que dentro de la planeación se considere prioritario: vacunación de los trabajadores de la educación; la rehabilitación y de los espacios escolares especialmente aulas y sanitarios; el establecimiento estratégico de módulos sanitizantes; programar un regreso escalonado: 50% de la matrícula de lunes a miércoles y el otro 50% de jueves a sábado con media hora de diferencia a la entrada y salida entre cada grado académico; eliminación de cuotas “voluntarias” y pago de fichas por derecho a examen de admisión; dotación de útiles escolares (cuaderno, libros y TABLETS)  y de uniformes escolares; prohibir venta de alimentos chatarra en las cafeterías escolares, sobre todo refrescos “negros”;  hacer la planeación libre de cualquier influencia política para que la educación como institución social no pierda su autonomía. Ante esta realidad que pone en riesgo nuestra propia existencia, tenemos que actuar con responsabilidad e imaginación, pero sobre todo con ganas de querer hacer las cosas. ¡Mañana será demasiado tarde!