Tiempos oscuros…

Ya no podré reírme fuerte, ni escuchar mi música favorita, ni tomarme un café con mis amigos. (Foto: especial)

El domingo supimos que los talibanes entraban, tras 20 años, de nueva cuenta a Kabul. Las escenas en las redes parecían de alguna manera salidas de una película; los imponentes helicópteros norteamericanos sacando a sus empleados de la embajada, miles de gentes corriendo despavoridas por las calles intentando huir, guarecerse de la violencia, que cual inmensa sombra se cierne sobre Afganistán.

Las escenas en el aeropuerto eran desgarradoras e impactantes. Miles intentando subir a los aviones, colgándose de ellos, sin importarles que al despegar el avión sus cuerpos cayesen al vacío.

A ese grado de miedo extremo, ha llevado la violencia a la humanidad. Porque no solo es Afganistán, es Aguililla, es Coalcomán, es Ostula, es Chiapas, con miles de desplazados, de mujeres y niños huyendo de la violencia.

Todo fenómeno social tiene su explicación en su pasado histórico. Supongo que al igual que muchos, no sabemos casi nada de esa parte del mundo. En lo personal quisiera saber más sobre toda esa parte, pues finalmente somos todos habitantes de esta nuestra casa; el planeta tierra.

 Las primeras huellas de poblamiento en Afganistán proceden de un yacimiento del Paleolítico inferior situado en Dasht-i Nawar, provincia de Ghazni, datado en 150.000 años de antigüedad. Para el Neolítico encontramos la presencia de comunidades agrícolas en Afganistán, de las primeras en el mundo. A partir del VII milenio a. C., comenzaron las primeras actividades agrícolas y con ello, los primeros establecimientos.

A partir del II milenio a. C., diversas tribus iranias y arias se establecieron en suelo afgano y posteriormente, Ciro el Grande las incorporó al Imperio persa, organizándola en cinco satrapías, contribuyendo a un esplendor sin precedentes y acogiendo la religión de Zoroastro, así como la contribución de sus habitantes a las campañas militares contra los griegos.

Alejandro Magno permitió a los nativos mantener sus estructuras sociopolíticas, posibilitando el cruce cultural entre lo persa y lo helénico.

 Ha tenido tres denominaciones a lo largo de la historia: Ariana (asentamiento de tribus arias en el II milenio a.C.), Khurasán (Medioevo) y Afganistán en la Edad Moderna.

La historia de Afganistán es fascinante y sumamente complicada. Como suele suceder su riqueza del subsuelo han sido motivo de innumerables guerras.

En 2010, un informe realizado por expertos militares y geólogos estimó que Afganistán posee recursos minerales por un valor cercano a los 850.000 millones de dólares: hierro, cobre, litio, cobalto y tierras raras.

Otro reporte de 2017, realizado por el gobierno afgano, estimó que la riqueza mineral del país asciende a unos 3 billones de dólares, incluyendo los combustibles fósiles.

El documento del Pentágono calificó a Afganistán como la Arabia Saudita del litio, y calculó que sus depósitos podrían igualar a los de Bolivia, que se cuentan entre los mayores del mundo.

“La toma del poder por parte de los talibanes se produce en un momento en que se perfila una estrechez en el suministro de estos minerales en un futuro previsible, y China los necesita”, dijo a DW Michaël Tanchum, del Instituto de Política Europea y de Seguridad, de Austria.

Eso, por un lado, pero este otro fenómeno que es sumamente preocupante; los derechos humanos, especialmente hacia las mujeres.  La violencia que se ejerce hacia las mujeres es tan inhumana y fuerte que merece desaprobación y repudio total.

Reproduzco el testimonio de una residente de Kabul: “Ahora tengo que quemar todo lo que he logrado, dice a manera de síntesis sobre la enorme repercusión que ejerce la violencia en la vida de las mujeres.  Los Talibanes han llegado y golpean a las mujeres que no visten el burka. Todas estamos asustadas, sin saber a donde escondernos, a donde huir. En las calles los hombres se ríen de nuestro terror. Cerré mi computadora, deje mi escritorio con lágrimas en mis ojos, sabiendo que este día, sería quizás el último que pudiera trabajar. En ese instante pasó ante mi mente todos mis esfuerzos y trabajo para ser quien soy, llegue a mi casa a esconder mis certificados de estudios y reconocimientos académicos. ¿Por qué hemos de esconder el conocimiento? Como mujer me siento víctima de una guerra política que los hombres empezaron.

Ya no podré reírme fuerte, ni escuchar mi música favorita, ni tomarme un café con mis amigos, ni ponerme mi vestido amarillo, o pintarme los labios. No podré terminar mi maestría. En la calle mientras corría buscando refugio solo veía cientos de mujeres despavoridas, aterradas. Los hombres viéndonos con miradas violentas, incluso con odio, riéndose de nosotras. En vez de solidarizarse, dando fuerza de esta manera a los talibanes, sin darse cuenta de que ellos también serán sometidos y violentados”.

Los derechos de las mujeres retrocederán cientos de años. Teniendo que esconder su identidad, su mirada, sus lágrimas bajo una burka.

Ahora las mujeres serán sancionadas, incluso azotadas públicamente si enseñan los tobillos, no pueden salir a la calle sin que las acompañe un hombre, ya sea esposo o hermano, está prohibido estudiar, hacer deportes, y montar bicicleta.

No pueden reír ni hablar fuera de su casa, ni usar pantalones incluso debajo del burka. No pueden asomarse a las ventanas, y estas deberán estar cubiertas a manera de que sea imposible los vean desde afuera.

Incluso laos nombres de calles con nombre de mujeres serán modificados. Las mujeres no tienen permitido reunirse, ni tomar los mismos autobuses que los hombres.   No tienen acceso a baños públicos. Ya no se les permite la entrada a las universidades, bibliotecas etc.   No podrán salir en la televisión, y los anuncios en la calle con imágenes de mujeres están siendo tirados o borrados. Las mujeres no podrán trabajar, ni las niñas estudiar. Las mujeres de cualquier edad son objeto de venta o cambio.

Las mujeres y las niñas son las más amenazadas por el nuevo régimen talibán. Es prácticamente imposible abarcar punto por punto, el maltrato y los abusos a los que los integristas las someten. , La Asociación Revolucionaria de las Mujeres de Afganistán (RAWA), dio a conocer las principales prohibiciones y castigos para las mujeres, que son verdaderas violaciones a sus derechos y a su integridad.

En síntesis: los talibanes Imponen una interpretación radical y restrictiva de la ley islámica que restringe notablemente los derechos de las mujeres.

Aún con toda esta violencia ejercida contra ellas, salieron a las calles grupos de mujeres armadas de valor y de rifles a enfrentar a los Talibanes.

Nuestro pensamiento va a las mujeres de Kabul.

A sus caras que estarán cubiertas, a sus ojos que estarán apagados, a sus cuerpos que serán violados, a sus almas que serán encarceladas.

Nuestro pensamiento va para ellas, víctimas predestinadas, designadas.

 Su inteligencia y dignidad serán ofendidas, arrancadas.

Va a sus ganas de libertad, a sus ganas de vida.

Nuestro pensamiento es para ellas, las Mujeres de Kabul “

(Traducido del italiano. Escrito por Edizione MEA)

En nuestro pensamiento y corazón, todos los desplazados, todos los habitantes del municipio de Coalcomán, Aguililla, Ostula, Pantelhó, los Rarámuris, los Huicholes, los Nahuas de la costa michoacana.  Pienso en nuestro país.

Tiempos oscuros son estos, en los que la violencia, la ignorancia y la injusticia imperan.