Líderes de su propio destino

Se empieza por una estricta disciplina establecida por uno mismo, muchas veces se tiene que hacer, lo que menos nos gusta hacer. (Foto: especial)

Hasta parece un hecho paradójico, el que los dieces en las aulas no sean los dieces en la vida real. Muchas veces sabemos de compañeros de banca, que aparentemente poco asimilaban los conocimientos impartidos por los maestros en cada una de las clases y que sin embargo, han sobresalido en las actividades a las que se han dedicado profesionalmente, ocupando cargos importantes y bien remunerados. En contraste con aquellos de mente privilegiada, que les funcionaba como una auténtica grabadora, registrando toda la información escuchada y leída en los apuntes y  libros de texto, siempre preparados para resolver cualquier examen de conocimientos, con la seguridad de obtener los mejores resultados. Muchas veces, me he preguntado en donde está la diferencia, sin poder encontrar una respuesta lógica a mi pregunta. Reflexionando sobre el asunto, llego a la conclusión de compartir la idea de quienes afirman que “no existe una universidad de éxito, no existe una profesión de éxito, lo que existen son personas exitosas”, porque saben bien lo que quieren hacer de su vida, son firmes en sus convicciones, no pierden el tiempo en desviaciones, hacen lo que tienen que hacer en tiempo y forma, sin dudar en ningún momento de sus pretensiones.

Analizando con detenimiento las cosas, encuentro un común denominador en todos aquellos que han logrado éxito en su vida, pero sobre todo que han sabido ganarse el respeto y la admiración de sus seres queridos, amigos y conocidos. Son personas  de carne y hueso como todos sus semejantes, que simplemente hacen  las cosas diferentes a los demás. Por principio de cuentas han sabido decidir con inteligencia, la opción académica universitaria de acuerdo a sus competencias y a las posibilidades de desarrollo profesional; encontraron la persona idónea para formar una familia y en pleno uso de su libertad decidieron la actividad económica a la que se dedicarían durante toda su vida con un ingreso suficiente para solventar sus necesidades; en resumen, planearon su vida, en función de sus objetivos, valores, intereses, y posibilidades físicas y mentales. Claro, para cumplir con lo planeado, tuvieron que asumir el liderazgo de su propio destino, sin engaños, corrupciones o simulaciones, realizando toda una serie de acciones que implicaron esfuerzos, desgastes y sacrificios, logrando alcanzar la estabilidad emocional y desde luego la paz y la tranquilidad espiritual, en beneficio propio y de la sociedad.

Se empieza por una estricta disciplina establecida por uno mismo, muchas veces se tiene que hacer, lo que menos nos gusta hacer, pero que lo tenemos que hacer en el momento preciso, para llegar a ser,  lo que queremos ser, de lo contrario todo quedará en buenas intenciones. Se debe tener compromiso personal con las convicciones, objetivos, aspiraciones, ilusiones y hasta con los sueños si es posible y estar consciente de lo que se pretende alcanzar, hacer las cosas con pasión y disfrutar lo que hace, pensando en que al final del camino se  alcanzará el fin último de cualquier ser humano, llamado felicidad. Tener plena confianza en sí mismo, de los conocimientos y habilidades que se tienen para lograr alcanzar lo que se pretende, aun en tiempos de turbulencia cuando los resultados no sean del todo satisfactorios. Cumplir con todos y cada uno de los compromisos y obligaciones establecidos, de manera oportuna y eficiente y  asumir las consecuencias de las acciones emprendidas, ejerciendo los derechos y desempeñando las obligaciones como ciudadanos. Ser creativo, para ver las cosas diferentes a como son, para tratar de mejorarlas utilizando el conocimiento y la imaginación.  Ser visionario, es decir, utilizar la  creatividad, la imaginación y los conocimientos, para prever lo que ocurrirá en el futuro, para estar preparados a los acontecimientos evitando sorpresas e improvisaciones. Igualmente,  los triunfadores en la vida, tienen habilidad  para desempeñar una determinada actividad con eficacia y eficiencia, lo que a otras personas se les dificulta hacerlo, conocida como talento que al perfeccionarse hace más competitiva a la persona. El tiempo se debe administrar de acuerdo a la planeación personal establecida, para cumplir puntualmente con los compromisos establecidos, dando la debida importancia a cada una de las acciones programadas, mostrando interés, deseo y gusto por lo que se hace; para ello, necesita coraje, voluntad, disciplina, determinación, compromiso y responsabilidad, lo que hace la diferencia en nuestras vidas.

En las aulas no se enseña a tener éxito en la vida, lo que le importa al Sistema Educativo Nacional, por una parte, es  entretener un poco la llegada de los jóvenes al mercado de trabajo, por la otra,  “se empeña en ofrecer contenidos y procedimientos enfocados a evaluar las inteligencias lingüística y lógico-matemática, lo que resulta totalmente insuficiente en el proyecto de educar a los alumnos en plenitud”, saturar de información el cerebro de los alumnos y llenar de datos las estadísticas educativas, para tratar de justificar su responsabilidad social. Desde hace décadas no se actualizan los planes y programas de estudios, para que estén acorde con las necesidades de las actividades productivas, con lo que se evitaría el desempleo o subempleo de profesionistas que estudiaron alguna carrera con un acampo laboral limitado. Esto no quiere decir que no se requieran profesionistas con esta preparación, lo que se debe hacer es revisar las necesidades del sector productivo y regular la matrícula en función de esas necesidades. Por otra parte poner orden administrativo en El Sistema Educativo Nacional, hacer cumplir el calendario escolar de 200 días por ciclo escolar, no autorizar comisionados fuera de la normatividad, eliminar de una vez por todas las “Cuotas Voluntarias” y las “Fichas de Inscripción”, sancionar a los funcionarios irresponsables que abandonaron a los planteles por más de año y medio; y depurar los expedientes laborales, de acuerdo a la normatividad vigente. Se desengañe a los padres de familia, se tiene un año y medio de rezago educativo, las clases a distancia no funciona, por las desigualdades existentes. Se puede reducir ese rezago, trabajando tiempo extraordinario: de lunes a sábado

Aun con la desventajas observadas en la forma como se está administrando el servicio educativo nacional, es posible tener éxito en el campo laboral, simple y sencillamente es cuestión de hacer las cosas diferentes a como las hacen la mayoría de las personas, decidir con inteligencia y plena libertad lo que mejor convenga, sin perjudicar a terceras personas que nada tiene que ver en nuestras propias decisiones. Actuar como verdaderos líderes de su propio destino, esa es la clave, para llegar al punto de encuentro de la oportunidad y el conocimiento previo, que muchos le llaman suerte y yo le llamo planeación de la vida.