La Habana, Cuba.- Los grupos disidentes en Cuba preparaban una gran protesta para el 15 de noviembre. El propósito principal era exigir la liberación de los detenidos durante la multitudinaria manifestación del 11 de julio. Sin embargo, la protesta se quedó —de momento— en solo un plan.
Según Expansión, el gobierno de Miguel Díaz-Canel desarticuló las protestas desde días antes de la convocatoria, con el arresto de varios de los líderes de la oposición, la intimidación a las organizaciones convocantes y el retiro de acreditaciones a varios miembros de la prensa extranjera.
Hacia las 3:00 pm del lunes, hora en que estaba prevista la manifestación en La Habana y en seis provincias más, las calles de la capital estaban en calma, bajo una fuerte vigilancia de policías uniformados o de civil, de acuerdo con un reporte de la agencia AFP.
El grupo opositor Archipiélago denunció el martes que la “militarización extrema de las calles” y el bloqueo de más de 100 activistas en Cuba impidieron la marcha prevista el lunes, por lo que extenderán hasta el 27 de noviembre las acciones de protesta.
Grupos disidentes cubanos llamaron a una manifestación para el 15 de noviembre “a favor del cambio” para pedir la liberación de los presos políticos.
El objetivo de la marcha era “sacudir un país, hacer que la gente tome conciencia, generar un debate que provoque cambios”, algo que espera que ocurra “de la manera más pacífica y cívica posible”, dijo Yunior García Aguilera, uno de los promotores de la protesta, en entrevista con la agencia EFE.
La fecha de la manifestación coincidió con la apertura de fronteras al turismo internacional, el regreso de los niños de primaria a clases y con múltiples eventos culturales y sociales en plazas y barrios de La Habana para festejar el 502º aniversario de la fundación de la ciudad.
