VIVILLADAS: Distribuidores viales… eterna espera

Construcción del distribuidor vial Mil Cumbres. (Foto: especial)

Es un hecho que las condiciones sociales y políticas que imperan en Michoacán limitan la inversión y en consecuencia el desarrollo económico. Tradicionalmente nuestra entidad se ha caracterizado por tener y contar con un pueblo de lucha, de crítica, de rebeldía, situación que le ha valido reconocimiento en el país porque ha sido parte fundamental en múltiples movimientos comunitarios, pero nadie puede negar que, de alguna manera, esa distinción o imagen también ha provocado limitaciones en cuanto a progreso en general se refiere.

Tal parece que los michoacanos estamos condenados a tener la capital de entidades  más regresiva de México o más estancada, todo aquí es retrasado, no hay industria , hay poca inversión, poco desarrollo y obras viales que duran una eternidad para concluirlas; de plano esta situación nos deja mal parados a nivel nacional, local y por supuesto con visitantes.

¿De dónde se saca que Morelia es una ruta turística importante? ¿Qué es un atractivo nacional? La verdad si no es por el día de muertos  (gracias a la zona lacustre y algunas manifestaciones culturales locales) la capital poco tiene que ofrecer, el turismo es itinerante porque en unas cuentas horas se visita el centro histórico y después todo mundo corre para Pátzcuaro, Uruapan o cualquier otro punto cercano, y crean que la falta de movilidad puede también ser un factor.

Los gobernantes, tanto  el estatal como el municipal, no se ponen las pilas, se la pasan haciendo campaña en  Facebook o en otras redes sociales y se olvidan del verdadero espíritu de su encomienda.

El actual  mandatario de la entidad Alfredo Ramírez Bedolla,  por andar promoviendo una  fiesta michoacana que nada tiene que ver con una auténtica Feria estatal, que no traerá  grandes beneficios ni promoción turística nacional o regional, se ha olvidado de poner atención a los distribuidores viales de la salida a Salamanca y a Charo, están que se concluyen y concluyen y no concluyen, como la canción de José Alfredo Jiménez, ya parece burla.

Por otro lado el edil moreliano Alfonso Martínez, en su segunda oportunidad está pasando de noche porque nada de resultados trascendentes tiene hasta el momento; promete, a propósito de vialidad, semáforos inteligentes que son una maravilla, pero juzga a la población como retrasada porque es engaño tras engaño, mentira tras mentira, Morelia tiene una movilidad que da pena ajena, pero eso sí, adorna muy bonito en navidad.

Tanto a Bedolla, como más se le conoce al gobernador y a Poncho se les puede complicar el escenario social porque si tienen en la CNTE y en los normalistas una piedra en el zapato, esto puede ser poco ya que los transportistas del servicio público no hayan la puerta porque ante la falta de terminación de  obras viales esenciales en la capital ya están amenazando con movilizarse, dicha advertencia ya fue lanzada por el propio líder de la Comisión Reguladora del Transporte (CRT), José Trinidad Martínez Pasalagua, quién denuncia que sus asociados, tienen grandes pérdidas económicas a consecuencia del tortuguismo en las obras de infraestructura ya mencionadas y donde  sumamos el puente para esquivar el tren de la avenida Periodismo. Hay desesperación, no solo de los transportistas sino desde luego también de la propia ciudadanía.

Hemos observado en las unidades de  transporte público rótulos donde exigen la terminación de dichas obras, exigen que se les obligue a las empresas constructoras a finiquitar su compromiso, compromisos que, sobre todo,  el gobierno del estado ya tenía que haber resuelto. Más vale que sea pronto porque ante la pérdida económica de quienes laboran en el sector ya están planteando aumento en las tarifas, lo que sería lamentable para la gran cantidad de usuarios.

Deseamos que se agilicen las acciones, porque las autoridades habían dicho que en abril estarían finalizadas las obras, ahora dicen que en junio… Se parece al mítico  cuento de  Pedro y el Lobo. Ya basta de dar largas, ya basta de engaños y manipulaciones. No incumben los colores y banderas de los gobernantes, interesan acciones y resultados.

Obras viales inmediatas son amores y no… buenas razones.