Elementos del proceso educativo

Aspectos de una institución educativa en Michoacán. Foto: Archivo

El aprendizaje empieza en el seno familiar, continua en todos los espacios por los que transitamos en la vida, pero, para entender e interpretar científicamente la realidad del mundo que nos rodea, es necesario, adquirir un aprendizaje, sistematizado o formal, mediante la interacción de la escuela, alumnos, docentes, programas de estudio o contenidos y hasta el contexto natural y social, considerados como los elementos de proceso de enseñanza-aprendizaje.

La escuela, es el nombre genérico que recibe el establecimiento donde se imparte la educación formal, que puede ser desde el jardín de niños hasta el doctorado. En ese lugar se enseña y se aprende cualquier tipo de conocimiento, así como a crecer como ser humano. Está conformada por un conjunto de profesores y alumnos de una misma enseñanza, donde también se potencia el interés, la responsabilidad, la personalidad y se forja el carácter del alumno en relación con sus necesidades globales. Los horarios de actividades, van de acuerdo a los planes y programas de estudio, los cuales oscilan entre las 3 horas en los jardines de niños; 5 en las primarias; 7 en las secundarias y hasta las ocho horas, en algunas escuelas de nivel medio superior y superior o en las de horario ampliado o más correctamente llamadas escuelas adaptadas temporalmente como albergues, a las que las autoridades educativas les ha dado por llamarles “escuelas de tiempo completo”, posiblemente a raíz de su nuevo modelo educativo, donde consideran diferente cantidad de husos horarios durante 24 horas.

En las escuelas públicas que son financiadas por el Estado Mexicano, la educación debe ser totalmente gratuita, sin “cuotas voluntarias”, “fichas” para tener derecho de examen de admisión y ningún otro cobro a cambio. En las privadas, financiadas por particulares, se paga todo tipo de cuota, desde colegiatura, inscripción y más las que establezca cada institución. Hasta hace unas décadas la construcción y mantenimiento de las escuelas, era responsabilidad de un organismo público descentralizado, denominado Comité Administrador del Programa Federal de Construcción de Escuelas, bien que mal, los pocos espacios educativos que construía eran hasta cierto punto funcionales y de cierta calidad. En cambio, ahora, ni son funcionales ni de calidad. Su construcción es heterogénea, salones sin luz ni ventilación adecuada a las condiciones climáticas de cada lugar, servicios sanitarios fuera de toda regla sanitaria e instalaciones de talleres y laboratorios sin mantenimiento, resultando obsoletas en la mayoría de los casos. Peor tantito, en pleno siglo XXI, aún existen escuelas hechas con horcones de maderas regionales y techadas con láminas que rescatan los lugareños de las corrientes de los ríos, como sucede en algunas comunidades rurales o colonias marginadas de zonas urbanas. Realidad que contrasta con lo que se establece en la Ley General de Educación, cuando se dice: “los muebles e inmuebles deberán cumplir con los requisitos de calidad, seguridad, funcionalidad, oportunidad, equidad, sustentabilidad, resiliencia, pertinencia, integralidad, accesibilidad, inclusividad e higiene.” Donde también se dice que la SEP operará un el Sistema Nacional de Información de la Infraestructura Física Educativa, mismo que en tiempos de pandemia abandonó las escuelas y las dejó al acecho de las delincuencias regionales.

Sin duda alguna los alumnos y alumnas vienen siendo la materia prima del proceso educativo, es la parte que el docente orienta, enseña, moldea y motiva para que de manera continua adquiera nuevos y mejores conocimientos; fortalezca los valores construidos en el hogar, o barrio, así como en la convivencia con su palomilla; crezca como ser humano y sea autosuficiente en su vida. También podemos entender por alumno o alumna, a toda aquella persona que aprende de otra u otras personas, de quien más sabe, llamadas docentes o maestros, por lo que se infiere que los alumnos, son personas que se dedican al aprendizaje.

Para muchos alumnos y alumnas hijos de familias de escasos recursos, las primeras horas de las mañanas es todo un martirio: tan solo de pensar que van a ir a la escuela, lugar donde pueden ser agredidos por alguno de sus compañeros; enseguida, quedar aturdidos al escuchar clases demasiado aburridas; ver que las manecillas del reloj aparentemente avanzan muy lento, retardando el descanso y sintiendo un vació en el estómago por falta de alimento. Estos alumnos provenientes de familias marginadas pierden la confianza en que el estudio es la única salida para mejorar su calidad de vida, ocasionado por una mala calidad de la enseñanza en las escuelas públicas, que no les imprime interés, que raya en lo absurdo, al existir profesionistas que no saben sacar un porcentaje ni comprender un texto por sencillo que éste sea.

Los docentes o profesores son aquellos individuos que se dedican a enseñar conocimientos de una determinada ciencia o arte. Mientras que los maestros, son aquellas personas que cuentan con habilidades extraordinarias en la actividad que instruyen, en ambos casos deben de poseer habilidades pedagógicas, para participar con eficiencia en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por lo general se especializan en la enseñanza de alguna área del conocimiento, que bien puede ser: matemáticas, física, química, biología o cualquier otra materia, que cumplen puntualmente con su responsabilidad.

Podemos encontrar docentes especializados en diferentes materias, la docencia entendida como enseñanza, es una actividad realizada a través de la interacción de docentes, alumnos y contenidos de los programas de estudio. Las nuevas formas de enseñanza y de aprendizaje, exigen una nueva actitud de los docentes, el docente debe ser facilitador de los aprendizajes, orientar las actividades de los alumnos y evaluar los resultados, no para registrar una calificación, sino para corregir errores y retomar el camino.

En el Sistema Educativo Nacional, existen docentes con excelente preparación académica y vocación docente, pero también existen quienes trabajan como docentes, porque no tuvieron otra alternativa de trabajo o son recomendados de funcionarios, políticos o gobernantes en turno, pero que su trabajo como educadores deja mucho que desear.

Un profesionista competente siempre estará ocupado en actividades relacionadas a su especialidad, pocas veces le llamará la atención de trabajar como docente. Se supone que los que tienen esa vocación, se inscriben en las escuelas normales, donde aprenden a elaborar y desarrollar una metodología, con el objetivo de aprender a transmitir con mayor facilidad los conocimientos. Los docentes se deberían preparar en las escuelas normales, para no improvisar maestros. Pero desgraciadamente, las mismas autoridades educativas dudan de la capacidad profesional de los normalistas, al someterlos a pruebas de conocimientos para saber si son aptos de trabajar como profesionistas en educación pedagógica.

La realidad, nos dice otra cosa, que el docente se hace en la práctica al encontrarle solución a los diversos problemas del quehacer cotidiano, sobre todo, al estar consciente del insuficiente sueldo para tener una vida digna y aun así seguir adelante, a sabiendas que al final de la jornada terminará viviendo en la miseria.

Los contenidos son los conceptos que forman las teorías de los conocimientos universales que se transmiten de generación en generación, que nos permiten entender los fenómenos naturales interactuar con ellos y supuestamente aprovechar racionalmente los recursos naturales. Vienen siendo el saber acumulado, sistematizado y seleccionado con el propósito de enseñanza y formación educativa. Se entiende que los contenidos son aquellos sobre los que se basa la enseñanza y se organizan las relaciones interactivas entre el docente y el alumno y que hacen posible que estos puedan desarrollarse y tener significado. Son aquellos datos o hechos que el alumno debe comprender e incorporar a su estructura mental en forma significativa.

Bajo este contexto, me parece muy extraño que la presente y anterior secretaria de educación, quiera modificar los conceptos del aprendizaje, posiblemente sustituir el sistema numérico decimal, el abecedario, el signo lingüístico o la tabla periódica de los elementos, con el simple objetivo de simular preocupación por mejorar el proceso educativo nacional y por supuesto, justificar tiempo y recursos presupuestales.

Cabe mencionar, que la enseñanza de las matemáticas, química, física o cualquier otra materia, se enseñan con conocimientos, ética profesional, responsabilidad y vocación docente, en el modelo educativo que se les ocurra.

Por último, puedo decir, que el mejor modelo educativo que puede mejorar la calidad de la enseñanza, reducir el atraso y rezago educativo, la deserción escolar y la desigualdad social, consiste en: mejorar los espacios educativos; asegurar que todos los alumnos coman como mínimo una vez al día; mejorar los salarios y las condiciones laborales de los docentes y demás  trabajadores de la educación; hacer efectiva la educación gratuita; vincular la enseñanza con el sector productivo y acabar con la corrupción hormiga en el sector educativo.