Morelia, Mich.- El intento desde la federación por desaparecer la materia de filosofía de los planes educativos del nivel medio superior, “es un retroceso” y asunto de interés social, consideró Carlos Bustamante, ex director de la Facultad de Filosofía “Samuel Ramos” de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (MSNH) y catedrático de la misma.
“Más allá de la comunidad académica, de que sea algo que afecte a los profesionales de la filosofía, es un asunto de interés social, estatal y nacional, porque lleva a preguntarnos el tipo de país que queremos y sobre todo, por la formación y el tipo de seres humanos que queremos que habiten este país y que luchen por un futuro mejor para todas y todos”, señala en entrevista para Cambio de Michoacán.
Desde Felipe Calderón, con el intento inicial en su reforma educativa de eliminar a la filosofía como materia en el nivel medio superior, continuada por Enrique Peña Nieto y ahora con Andrés Manuel López Obrador, señala que la tendencia habrá que ser enfrentada “con la filosofía misma”.
“Es un poco difícil entender por qué un gobierno con las características del que tenemos, que maneja un discurso situado entre las ideas del liberalismo mexicano y la izquierda, está retirando las materias de filosofía del nivel medio superior”, opina.
Cuestionado sobre los posibles motivos atrás del intento que se reitera en el actual sexenio, plantea que se podría pensar que la materia sería mal vista desde el poder como no necesaria en la formación filosófica de las personas, “para evitar que se hagan cuestionamientos mayores a las ideas que se gustaría que dominaran”, o igual, podría pensarse que “algo tiene que ver cierto conocimiento pedagógico, el cual considera que hay que facilitar demasiado las cosas, al grado de que los contenidos se diluyan”.
A la vez que considera necesario que las instituciones, en este caso la Universidad Michoacana, se manifiesten en contra de este “retroceso”, señala que hay que apoyar al Observatorio Filosófico de México, quien está planteando formalmente su oposición al intento de cancelar la materia, “una organización civil, independiente de las instituciones”.
Recuerda que al inicio de la actual administración federal, “se aprobó que la filosofía fuese enseñada en todos los niveles educativos, no sólo en el medio superior o superior, y la Ley General de Educación, contempla que las materias de filosofía se mantengan”, por lo que califica como contradictorio el que ahora se busque eliminarla.
Observa que hay en otros países, como España, no sólo el intento de borrarla de la estructura académica, sino que ya lo hicieron. “Es llamativo que gobiernos de diferente signo hacen lo mismo, porque la filosofía no resulta de primera importancia para gobierno alguno y esto es muy preocupante”.
Respecto a lo que procedería para hacer notar la oposición a la medida, señala que ante la convocatoria de varios académicos en Morelia, se han acercado varios interesados y se han compartido materiales informativos y análisis, sin descartar que en un momento dado pudieran manifestarse públicamente.
Hace notar que es necesaria la movilización o plantear una postura, dado que en el Diario Oficial de la Federación, en la fecha citada, se publicó el acuerdo secretarial 170822, con lo que la reforma denominada Marco Curricular Común entra en vigor en el nivel medio superior.
Señala que el artículo tercero transitorio de la referida reforma, refiere un plazo de 180 días hábiles a partir de la publicación para que se planteen observaciones o cambios a la misma, espacio en el que se habrá de “provocar, pugnar porque la filosofía aparezca en el currículum” del bachillerato.
Cuestionado sobre la reciente reforma a la malla curricular en el bachillerato que imparte la UMSNH, donde la crítica de varios docentes era que se eliminaría su carga humanística al desaparecer entre otras materias a filosofía, Bustamante indica que a petición de los integrantes de las academias de la materia en los planteles, se acordó plantear al Consejo Universitario que se mantuviera en la estructura académica y así fue, se conservó la asignatura, un “antecedente positivo” que, afirma el catedrático, podría servir de contexto en el actual momento.
