ECOS LATINOAMERICANOS: La tercera era de Lula

Luiz Inácio Lula Da Silva. (Foto: especial)

El domingo 1 de enero de este reciente año 2023, Luiz Inácio Lula Da Silva tomó posesión de la presidencia de Brasil por tercera ocasión. La ceremonia multitudinaria estuvo acompañada de un enorme contingente de militantes del Partido de los Trabajadores, partido político de Lula y que se ha convertido en el principal pivote político del oficialismo en el poder legislativo brasileño.

Lula llegó por tercera vez a la presidencia de Brasil después de unas reñidas elecciones donde tuvo como rival al ahora expresidente Jair Bolsonaro, donde la diferencia fue menor al 2% de los votos. Sin embargo, aun con toda la inconformidad que hubo de parte Bolsonaro y sus simpatizantes, el sistema jurídico-electoral de Brasil reconoció formalmente a Lula como ganador y Bolsonaro no tuvo otra opción más que reconocer tácitamente su derrota.

Ahora, el ya tres veces presidente de Brasil deberá encausar a este gigante sudamericano para recuperar tanto la economía como el desarrollo social que se han rezagado en los últimos años, particularmente por la inestabilidad política brasileña y la situación generada por la pandemia del COVID-19. Lula tiene la ventaja de ser un político con experiencia, que ya antes logró impulsar tanto la economía como el desarrollo social.

Pero también Lula y su grupo político deben ser cautelosos, el hecho de ganar las elecciones no es sinónimo de que el bolsonarismo haya desaparecido como contrincante político, a su vez deben ser conscientes que uno de los elementos que más perjudicó la imagen del lulismo y del partido del Trabajo fueron los escándalos de corrupción que sucedieron durante su gobierno, por lo que debe enfocar sus esfuerzos para prevenir actos de esa índole en este tercer mandato. A su vez otro elemento para tener en cuenta, es la  necesaria formación de nuevos cuadros políticos dentro del oficialismo, que permitan además de la renovación generacional. la preparación con vistas al futuro no lejano, de la ampliación de dichos cuadros políticos.

Ciertamente, el triunfo de Lula en estas recientes elecciones, se fundamentó en el reconocimiento de una buena parte del electorado a su gobierno al que se consideró con un buen desempeño en términos generales, lo cual le sirvió como una forma de propaganda. Sin embargo, actualmente Lula está afrontando el inconveniente de que gran parte del proyecto político del PT y en general del oficialismo actual, recae por completo en la persona de Lula, por lo que es indispensable que consiga generar cuadros nuevos y eficientes que puedan suceder políticamente al actual mandatario; un potencial sucesor podría ser Fernando Haddad, candidato contendiente a la gubernatura de Sao Paulo, estado que no logró ganar, y quien actualmente es el nuevo Ministro de economía de Lula, aunque habrá que ver si logra estar a la altura del reto.

Lula también goza de otra ventaja, la mayoría de los países de la región eligieron gobiernos vinculados a la izquierda, por lo que en términos de esa coyuntura internacional el actual presidente de Brasil tendrá mucho apoyo y sobre todo amplias posibilidades de maniobra geopolítica. Por supuesto, no deben hacerse conjeturas apresuradas, cada nación tiene sus propias particularidades y complejidades, en el caso brasileño, solo el tiempo y el desempeño eficiente de la clase gobernante determinarán si realmente un tercer gobierno de Lula será capaz de conducir a Brasil hacia el progreso económico, a la justicia social y al Estado de Derecho.