Es maravilloso ver una luciérnaga en la oscuridad

La presencia de las luciérnagas indica, que el entorno se mantiene en condiciones saludables para permitir que otras especies sobrevivan. También ayudan a conservar los bosques en donde habitan.

Es por esto que sean convertido en santuarios o tierra sagradas donde aun se les puede ver como estrellitas en la oscuridad,

El hombre, el “desarrollo”, la ignorancia, la avaricia, los intereses económicos, han propiciado su extinción.

La batalla contra el calentamiento global es justamente una luz, semejante a la de una luciérnaga, frente a la oscuridad de saber que nuestro planeta está en peligro.

La ciudad canadiense de Montreal fue sede de la Conferencia sobre Diversidad Biológica de la ONU, conocida por las siglas COP15.

Hay muchos temas que deberían preocuparnos a todos; el cambio climático, la contaminación, la extinción que amenaza a un millón del alrededor de ocho millones de especies vegetales y animales conocidas del planeta.

Se deben tomar medidas para reducir las causas de la pérdida de biodiversidad, entre las que están los usos de la tierra, la sobreexplotación de los recursos, el cambio climático, las especies invasoras y la contaminación. Si no se toman medidas, “habrá una mayor aceleración en la tasa global de extinción de especies”

Quizá a algunas personas les suene ajeno, o sin sentido, pero una de las especies en peligro de extinción es la humana.

Para intentar evitar esta hecatombe, en diciembre del año pasado, se reunieron líderes mundiales, los cuales llegaron a varios compromisos, entre los cuales están:

Protección de al menos el 30% de las tierras, aguas continentales, zonas costeras y océanos del mundo.

Restaurar completamente (o estar en proceso de conseguirlo) el 30% de los ecosistemas terrestres, continentales y costeros y marinos degradados del planeta.

Reducir el desperdicio mundial de alimentos a la mitad y reducir significativamente el consumo excesivo y la generación de residuos.

También estuvieron presentes líderes de diversos pueblos indígenas quienes manifestaron su preocupación por la enorme deforestación de que es víctima el planeta. exigen más leyes para proteger los derechos humanos, territoriales y forestales. Sobre todo, para asegurar que todos los biomas estén incluidos, expreso el militante indígena de Brasil, Dinaman Tuxam.

“Al menos tres cuartas partes de la biomasa de la región del Cerrado quedaron fuera de la obligación de garantizar la trazabilidad de los productos básicos, lo que afectará al menos a 110 comunidades indígenas y pueblos tradicionales que se verán directamente afectados por esta ley que no cubre todos los biomas brasileños”, destacaba Dinamam Tuxam, coordinador ejecutivo de la articulación de los pueblos indígenas de Brasil.

Los líderes de los pueblos indígenas han pedido que sus voces sean “tenidas en cuenta” en la reunión de la COP15 en Canadá. Sus territorios albergan el 80 % de la biodiversidad que queda en la Tierra, según los expertos climáticos de la ONU.

Pensé en Aquila, en su defensa por su territorio, por cierto, que aún no aparece el profesor Antonio Diaz Valencia ni el abogado Ricardo Lagunes Gasca.

Recordé la importancia de la selva Maya, la cual después de la Amazonía, tiene una importancia enorme para la supervivencia del planeta. Pasando por México, Belice, y el norte de Guatemala y con una superficie de más de 14 millones de hectáreas. Es el bosque tropical más extenso del continente americano.  Brinda refugio a innumerables especies únicas y en peligro de extinción, como el pecarí de hocico blanco, el tapir, el guacamayo rojo, el águila arpía y el mono aullador.  A menudo pueden observarse huellas del jaguar en el suelo del bosque.  Además, alberga casi 400 especies de aves y, en el pico de los meses migratorios del invierno, recibe varios millones de aves visitantes.

El bosque también es hogar de comunidades mayas con un legado milenario. Muchas continúan practicando técnicas agrícolas tradicionales y cuidando del bosque como sus antepasados lo hicieron por generaciones.

No obstante, su enorme importancia, las presiones que afectan esta región son más significativas que nunca antes. La producción tradicional de pequeña escala está cediendo terreno a los sistemas agrícolas y ganaderos extensivos, que transforman el paisaje amenazando la biodiversidad y salud de los suelos.

En esta parte de México existe la mayor cantidad de agua dulce del planeta aun sin contaminar. El acuífero Península de Yucatán, abarca totalmente los siguientes municipios del Estado de Quintana Roo: Benito Juárez, la porción continental de Cozumel, Isla Mujeres, Lázaro Cárdenas, Solidaridad, Tulum, Bacalar, así como otros municipios. Este enorme sistema de agua subterránea es irremplazable, muy vulnerable y altamente susceptible a los hundimientos.

Toda la selva, los acuíferos, los animales y comunidades indígenas están en peligro de extinción a causa de intereses económicos y políticos de todo tipo, tanto grandes capitales extranjeros como nacionales se disputan los terrenos, playas y cenotes, pagados a unos cuantos centavos, y otros sin haber pagado absolutamente nada por ellos.

La construcción del Tren Maya, esta destruyendo todo a su paso.  Toda esa riqueza ambiental tan vital para el planeta se lo están acabando so pretexto de llevar desarrollo a las comunidades.

Toda la información que guardan, sobre la evolución, la historia, la cultura, la religión, todo se puede acabar por la construcción de este tren, al cual se oponen miles de personas, organizaciones, científicos e investigadores de diversas especialidades.

Poco se sabía cuándo se comenzó a explorar los cenotes, lo maravillosos que son para explicarnos quiénes somos, dónde estamos y de dónde venimos; cuentan la historia sobre la península de Yucatán. Poco comprendíamos este increíble mundo que representa el acuífero peninsular, cómo se conecta con los ecosistemas que lo rodean y cómo es, gracias a este gran acuífero maya, que la vida se ha sostenido en esta zona, durante miles de años.

Gracias a las exploraciones en cuevas inundadas y al advenimiento de nuevos equipos y técnicas para bucear dentro de ellas, hoy sabemos que los cenotes son uno de los rasgos naturales más característicos y abundantes de la península de Yucatán. Entre Playa del Carmen y Tulum existen cuando menos, unos 1,600 kilómetros de cuevas inundadas, mapeadas hasta el momento (QRSS, 2019). Si bien, a la fecha, no se tiene un registro exacto del número de cenotes que existen en la zona, se estima que pueden ser más de diez mil, solo en Quintana Roo y Yucatán.

Los cenotes han brindado oportunidades únicas a la ciencia. Hoy sabemos que, en esta zona de nuestro país, hubo seres humanos muy tempranos que interactuaban con los sistemas de cuevas hace cuando menos 10,000 años. Se han documentado especies que no se sabía que existieron en esta zona como los primeros osos de la Edad del Hielo, registrados en el estado de Yucatán.

Para los antiguos mayas, era tal la importancia de los cenotes, que se tenía la creencia de que el hombre mismo y los primeros alimentos, habrían surgido del interior de una cueva. El culto a los cenotes sigue vigente. En investigaciones de docenas de cenotes, la evidencia de su sacralidad se materializa en ofrendas de toda índole.

Las características del suelo que conforma la península de Yucatán permiten que el agua de lluvia se filtre a través de la roca caliza. Los cenotes son cuevas inundadas, ventanas a este enorme acuífero, que se formaron gracias a que esta roca porosa y permeable colapsa de manera natural abriendo el techo de alguna cueva.

Los cenotes son sistemas dinámicos, cambiantes, frágiles y muy vulnerables a la contaminación. Todo lo que vertimos en el suelo, se filtra hasta llegar al acuífero y regresa a nosotros en el agua que bebemos y usamos. El 95 % del agua que se consume en la zona proviene de este acuífero.

Además, hay actividades agrícolas y ganaderas, sobre todo porcícolas que lo afectan. Cada vez es más común ver grandes zonas deforestadas debido a la construcción de complejos turísticos, comerciales y residenciales. El manejo de los residuos y las aguas residuales no es suficiente ni adecuado, para atender las necesidades de tal desarrollo.

Como comenté al inicio La presencia de las luciérnagas indica, que el entorno se mantiene en condiciones saludables para permitir que otras especies sobrevivan. Hay muy pocos lugares donde se pueden ver. 

 Viven donde el ecosistema es sano, donde hay agua. Pocos lugares tiene esas características en la actualidad.

 La luz de la luciérnaga es por lo general intermitente, y brilla de un modo específico en cada especie. Cada forma de brillar es una señal óptica que ayuda a las luciérnagas a encontrar posibles parejas. Los científicos no saben exactamente cómo regulan los insectos el proceso de encender y apagar su luz.

Hagamos todos lo posible, para que la luz disipe la oscuridad de la ignorancia, de la depredación, de la violencia en todas sus acepciones. Seamos como las luciérnagas, trabajemos por la preservación de los ecosistemas, para que el planeta entero se llene de luz.

Es maravilloso ver una luciérnaga, disipando la oscuridad.