¿Qué estudiar?

Se debe tener mucho cuidado al seleccionar la opción educativa de su preferencia. (Foto: especial)

Se supone que, hasta la enseñanza secundaria, la formación escolar de los alumnos es homogénea en cuanto a conocimientos impartidos y recibidos, con algunas variantes por las diferentes modalidades existentes: en secundaria general, se adiciona un área de desarrollo personal y social; en la secundaria técnica, pueden tener un enfoque relacionado con la actividad agropecuaria, industrial o comercial; en la telesecundaria, se utiliza una metodología propia para la interacción entre alumnos y maestros, mediante el uso de las Tecnologías de la Información y la Comunicación  (TICs). Pero, al final el resultado es similar. Al acreditar el plan de estudios correspondiente, se obtiene un certificado de educación secundaria, que avala la adquisición de conocimientos de dicho nivel educativo, requisito indispensable, para continuar con los estudios de bachillerato, donde se inicia el aprendizaje especializado de los futuros profesionistas.

En algún otro de mis escritos, mencioné que las tres decisiones que marcan el rumbo y el bienestar de la vida individual y familiar de cualquier ser humano son el responder a estas sencillas preguntas: ¿qué estudiar?, ¿con quién integrar una familia? y ¿a qué actividad dedicarse? En este caso, sólo me voy a referir a la formación educativa, la cual prácticamente determinará la actividad económica a desarrollar durante el tiempo de la existencia terrenal.

Decisión nada fácil de tomar, cuando se está prácticamente a la mitad del camino de la formación escolar, (primaria seis años, secundaria tres, bachillerato dos o tres y licenciatura cuatro o cinco), y en plenitud de la adolescencia temprana, una etapa de profundos cambios físicos, mentales y sociales; de florecimiento y maduración cerebral; tiempos de inocencia e imitación, en el que se piensa en todo y no se concreta nada; cuando se actúa sin maldad ni prejuicio y aparentemente todo se cree es más fácil y sobran energías para realizarlo y cuando se proyectan en la mente sueños e ilusiones a futuro.

Es una etapa, marcada por el auto descubrimiento personal, de sorprendentes dudas e incertidumbres, de violentos cambios emocionales, en el que se dispersa el pensamiento. A todo esto, hay que agregarle, que los adolescentes no cuentan con la información necesaria que les ayude a seleccionar la mejor opción educativa para continuar el proceso de formación profesional en el nivel medio superior y superior, por ende, la actividad económica a realizar como profesionistas.

Son, tiempos en que padres de familia e instituciones educativas, deberían poner mayor atención en el acompañamiento y orientación a hijos y alumnos, respectivamente, en la búsqueda de su propia identidad y de sus propias respuestas, para darles seguridad en cada una de las decisiones que vayan tomando, bajo un marco de respeto y libertad absoluta, para evitar riesgos, frustraciones y fracasos.

Considerando: situación económica; capacidad física y mental; planes y programas de estudio; instalaciones educativas; ubicación de la institución; prestigio educativo; seguridad pública; conocimientos adquiridos; habilidades desarrolladas e innatas (talento); valores construidos; inquietudes y aspiraciones; pero, sobre todo voluntad, disciplina y responsabilidad, para hacer las cosas.

Se debe tener mucho cuidado al seleccionar la opción educativa de su preferencia, considerando en primer lugar, situación económica de la familia o propia, que les vaya a permitir solventar gastos escolares de dos o tres años del bachillerato y los cuatro o cinco años de la licenciatura, ya que como todos sabemos, la educación pública en nuestro país, no es totalmente  gratuita, de entrada, se tiene que pagar, una “cuota voluntaria de inscripción”, “una ficha del examen de admisión”; compra de uniformes y útiles escolares,  pasajes diarios, para trasladare a la escuela y algún otro gasto imprevisto.

Si bien es cierto que existe un programa institucional de becas escolares, los montos son insuficientes y sus ministraciones no se hacen en su debida oportunidad y al final de cuentas, los padres de familia reintegran esos apoyos económicos que reciben sus hijos, al pagar semestralmente las “cuotas voluntarias”.

Aun cuando la capacidad física y mental no debe ser un obstáculo, para participar en alguna actividad productiva, sí deberán tomarse en cuenta antes de decantarse por alguna opción educativa, para no limitar el desarrollo de la actividad profesional.

Asimismo, resulta importante conocer los planes y programas de estudio correspondientes al bachillerato y la licenciatura seleccionados, para estar conscientes de los tiempos de duración, horarios y demás detalles académicos, como los conocimientos por adquirir y la viabilidad de su aplicación en un trabajo productivo y dignamente remunerado, para evitar deficiente formación académica y realizar una actividad diferente a las competencias desarrolladas.

Por otra parte, es conveniente visitar las futuras instalaciones escolares, para de primera mano, conocer distancias, costo de pasajes, vialidad; así como su funcionalidad educativa, en cuanto aulas, talleres, laboratorios y biblioteca, que aseguren el desarrollo de un proceso de enseñanza-aprendizaje de cierta calidad y con mejores márgenes de seguridad y tranquilidad social y de paso cerciorarse del prestigio educativo de la institución a ingresar.

También se debe estar consciente de la solidez de los conocimientos adquiridos en la secundaria, los temas académicos de más fácil aprendizaje, las capacidades desarrolladas y las innatas y tener la certeza  que dicha preparación teórica es congruente con la opción educativa seleccionada, si se puede implementar en la vida diaria y si resulta entretenida de acuerdo con las inquietudes y aspiraciones proyectadas y si se lograron fortalecer los valores de responsabilidad, disciplina y constancia que faciliten el aprovechamiento escolar en el futuro.

Además, se deberá saber, que “la educación media superior comprende los niveles de bachillerato, de profesional técnico bachiller y los equivalentes a este, así como la educación profesional que no requiere bachillerato o sus equivalentes”. El Sistema Educativo Nacional, en las instituciones públicas ofrece los siguientes servicios educativos: Bachillerato General; Bachillerato Tecnológico; Bachillerato Intercultural; Bachillerato Artístico; Profesional técnico bachiller; Tele-bachillerato comunitario; Educación media superior a distancia y tecnológico.

Bachilleratos que son el enlace con cualquiera de las diferentes áreas del conocimiento humano: Ciencias Fisicomatemático y de las Ingenierías; Ciencias Biológicas, Químicas y de la Salud; Ciencias Sociales y de Humanidades y de las Artes, que preparan a los estudiantes para un ambiente universitario.

Algunas formaciones profesionales aun cuando resultan interesantes en cuanto a sus programas de estudio, su campo laboral se ha venido limitando, ya sea por la saturación de la matrícula escolar, como es el caso de: administración; arquitectura; ciencias políticas; contabilidad; derecho; economía; educación; enfermería; medicina; odontología; psicología; topografía; turismo, entre otras.

También, por su limitado campo laboral como: agronomía; antropología; artes escénicas; artes visuales; ; biotecnología; diseño de interiores; comercio internacional; criminología; desarrollo organizacional; energías renovables; gestión deportiva; ingeniero en electricidad; ingeniero hidráulico; ingeniero en geománticas; ingeniero en minas; ingeniero en negocios digitales; ingeniero petrolero; ingeniero en protección del medio ambiente; ingeniero químico industrial; ingeniero textil; ingeniero topógrafo; licenciado en filosofía y letras; licenciado en letras españolas; licenciado en letras inglesas;  relaciones industriales, relaciones comerciales; licenciado en mercadotecnia, licenciado en sistemas de información, entre otras profesiones.  

Problemática que se ha venido agudizando en las últimas cuatro décadas, al no estar vinculados la mayoría de los planes y programas de estudios con el sector productivo, por la falta de una planeación educativa, al dejar de ser una prioridad nacional la educación del pueblo y utilizar las instituciones educativas como plataformas políticas.

Teniendo como ejemplo claro y contundente lo que está sucediendo en la administración del gobierno en turno, con la postulación de la exsecretaria de Educación Pública, a la gubernatura del estado de México. Mientras tanto, seguirán rezagados los procesos educativos de quienes nacieron entre 1998 y 2018 y en el olvido las aspiraciones de vivir en paz, con democracia y justicia social.

Las consecuencias de una equivocada elección educativa son por todos conocidas. Por principio de cuentas los contenidos de los programas de estudio parecen aburridos y tediosos, se irá perdiendo el interés por el aprendizaje conforme pasan los días; se llenará la cabeza de información no comprendida. Una vez que se den cuenta, que se equivocaron al seleccionar la opción educativa, se flexionara la autoestima al grado de sentirse decepcionados tan sólo al pensar, que serán profesionistas del montón, que no fácilmente podrán incorporase al mercado laboral y si lo consiguen, van a ser superados por quienes se están desarrollando en una actividad debidamente seleccionada o terminaran realizando una actividad diferente a lo que estudiaron, por no haber podido decidir con sabiduría e inteligencia y en  el momento preciso ¿qué estudiar?  Y en consecuencia la actividad a realizar el resto de la vida.