Morelia, Mich.- La intención para las autoridades ambientales con los decretos en marcha para declarar Áreas Naturales Protegidas (ANP) a los cerros del Águila y Quinceo, no es prohibir su manejo, sino “regular su aprovechamiento”, según reconocen en un comunicado de la Secretaría del Medio Ambiente (SECMA).
Según el comunicado, el titular de la dependencia, Alejandro Méndez López, señaló que la intención de buscar la declaratoria es que no se prohíba su manejo, “al contrario, regulan su aprovechamiento y fomentan la conservación con un adecuado cuidado.”
“Cada reserva protegida debe tener un Programa de Manejo, esto en apego a la Ley para la Conservación y Sustentabilidad Ambiental del Estado de Michoacán de Ocampo; estos programas son una herramienta para administrar, conducir, regular el aprovechamiento y promover la participación de los habitantes, propietarios y/o legítimos poseedores de los predios que conforman un Área de Conservación”, explicó.
Para organizaciones ambientalistas como los comuneros asentados en La Mintzita, a quienes involucra directamente la situación en el entorno del Cerro del Águila, las autoridades deberían declarar la nula actividad en la zona, ya sea de fraccionadores o productores de aguacate, ya que el escurrimiento de agua durante las lluvias propicia la dotación del líquido en el entorno, recurso que les disputa la empresa papelera Kimberly-Clark, por lo que la protección de los recursos va más allá de un decreto.
El planteamiento de Méndez López sugiere que al contar con un Programa de Manejo, que tiene carácter obligatorio además por las normas federales a que se deben ceñir las áreas protegidas, en ambos cerros se tendría “la estructura básica para la planificación de actividades que ayuden a proteger y manejar los recursos naturales, hábitats y especies existentes en el área, a través de acciones encaminadas a garantizar la protección, el uso sostenible de los recursos naturales, la restauración y/o conservación de la diversidad biológica, así como, la generación de conocimiento, identidad, valorización, apropiación del territorio, participación comunitaria, gobernanza y gestión efectiva para la administración del área conservada.”
Los objetivos de preservación, señala la SECMA, “contemplan proteger 3 mil 414 hectáreas del Cerro del Águila, y 2 mil 314.6 hectáreas en el Cerro del Quinceo.”
