Francisco J. Múgica, el Presidente que no tuvimos

El exgobernador Tinoco Rubí fue el orador oficial en el homenaje al general Francisco J. Múgica (Foto: Ixchel Monroy)

Morelia, Mich.- En  la explanada de la Biblioteca Pública Francisco J. Múgica se realizó el acto conmemorativo al LXIX aniversario luctuoso del general revolucionario Francisco José Múgica, michoacano, defensor de los ideales de la Constitución de 1917 y visionario de la descomposición política de la República.

Víctor Manuel Tinoco Rubí, exgobernador del estado y orador del evento, inició diciendo que Francisco J. Múgica fue más jurista que muchos que ostentan el título.

“Este día conmemoramos la figura histórica nacional de un hombre fundamental, artífice de las consideraciones más importantes de tres disposiciones constitucionales en 1917”.

El exmandatario michoacano citó a Ignacio Burgoa para hablar de las preocupaciones de Múgica, por el respeto al estado de derecho, “que no era otra cosa que los actos de gobernantes y conductas de los gobernados se ajustaran desde el orden jurídico”.

Gobernar para él, dice, “implicaba la obligación de todos los que eligen los destinos de una entidad federativa o de un país de ajustar sus actos al derecho y tomar medidas adecuadas de la problemática que existían en todas las sociedades”

Tinoco Rubí también recordó cómo escuchó a Burgoa referir a Múgica, sobre que los gobernantes que explotan a los gobernados “no son políticos, son impolíticos porque actitudes de esa naturaleza implican la negación del arte del buen gobierno, que es axiológicamente la política”.

Sobre sus propios criterios, Víctor Manuel Tinoco Rubí afirmó que “el general Múgica sí era un jurista por una sencilla razón: era auténtico. Se revela en un comportamiento acorde con lo que se piensa y se siente. Es por tanto una calidad opuesta al Visio de la falsedad, que es refractario de la confiabilidad. Nadie, a menos que esté engañado, confía en el falso de lo hipócrita; jamás debe tener el jurista en alguna de las actividades que le sean inherentes”.

“Francisco J. Múgica es creador, defensor y difusor de la izquierda emanada de la Constitución, que era una izquierda identificada con los grupos obreros, campesinos, ejidatarios, de los desprotegido y olvidados. Le costó mucho, pero defendió siempre sus ideales y eso habla muy bien de este gran michoacano”, continuó con su oratoria fundamentada en las obras literarias de Héctor Ceballos Garibay (2017) y Anna Rivera Carbo (2022).

 “Múgica fue un hombre práctico. Un político de hechos, no de palabras; sus aportaciones intelectuales han sido subestimadas por los historiadores. En sus colaboraciones periodísticas en Zamora, se sabe que era un defensor de la libertad de expresión, así él actual lector contemporáneo encontrará a un Múgica precozmente consiente del valor supremo de la democracia como forma de gobierno”.

Decía “esa lucha del civismo dentro de la ley debe provocarse constantemente en los pueblos porque es la vida de la democracia, la muerte del despotismo y el antídoto del abuso, (Múgica). Sus palabras y frases no tienen desperdicio”.

Recordó que Múgica se retiró de la contienda electoral para suceder a Lázaro Cárdenas y advirtió la falta de democracia (Foto: Ixchel Monroy)

Además, el orador reconoció como Múgica quería hacer vigente la Constitución de 1917 y la ley agraria de 1915, “y sucedió que no le gustó a Carranza, quien dijo que había que derrotar a Calles y después ejecutar la Constitución, que son los logros de la Revolución”. 

Cuando se mete uno al análisis de la Constitución y del Artículo 123, que dice “Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil; al efecto, se promoverán la creación de empleos y la organización social de trabajo, conforme a la ley”, se da uno cuenta que en proyecto original no estaba considerado un apartado sobre los derechos de los obreros y no existía antecedente en la Constitución de 1857. Ese fue otro motivo que no le agradó a Venustiano Carranza, ese artículo es vanguardista y progresista. Por primera ocasión los obreros adquirieron derechos sagrados en la propia Constitución”.

Anna Rivera, dice Tinoco Rubí, “señala que el general Cárdenas debe tomar una decisión para nombrar al sucesor del Partido Revolucionario Nacional (PRN), atendiendo la realidad que él estaba viviendo, y lo hizo convencido que no era conveniente que Múgica fuera”. Rivera dice que la necesidad de moderar el hilo revolucionario y conservar lo conseguido hasta ese momento para evitar una polarización de las fuerzas políticas era necesaria.

Cárdenas le preguntó al General José Muñoz Cota, quien era yerno de Múgica, ¿qué esperaba para ponerse Múgica al frente de sus partidarios? Se dice que Cota informó a Múgica, y entonces él se anima a participar en una elección interna”.

“El Congreso estaba inquieto y un grupo de senadores anticipándose deciden apoyar al general Manuel Ávila Camacho, desde luego no le agrado a Múgica, quien renunció al puesto de secretario de Comunicaciones para competir en igualdad de circunstancias, pero gobernadores y jefes militares se comprometieron a la iniciativa de Emilio Portes Gil, que era secretario de la Defensa, para tratar de evitar al favorito de Cárdenas, el general Múgica. Y quedo fuera el candidato del PRN”, relató el exgobernador.

Las corrientes de izquierda apoyaron al general Múgica, afirmó con fuerza Tinoco Rubí, “porque es el tipo intelectual de izquierda, cebero, dialéctico, con un pensamiento revolucionario y una cultura elaborada a través de una rigurosa disciplina en el estudio. Conoce con profundidad la Historia contemporánea, los fenómenos sociales, sus causas y efectos, así como la relación que guardan todas ellas con los problemas de México.

“Pero Múgica se percató de su situación política y decide retirarse de la contienda electoral y presentar su renuncia.  Eso no significo que no continuara luchando contra los traidores de la revolución”, sostuvo el exgobernador.

A modo de convencimiento y para cerrar el discurso, Tinoco Rubí fue elevando los ideales del General Francisco José Múgica.

“Creo que cuando se dice que él era una gente recia, todo mundo pensaría que era autoritario en decisiones, pero si se leen la biografía de Héctor Ceballos, fue un excelente administrador de aduanas, en la Secretaría de Economía estableció y permitió la competencia haciendo prevalecer el interés general. Fue conciliador pero era estricto en el cumplimiento formal de la Constitución“, afirmó.

Tras una pausa, Víctor Manuel Tinoco Rubí, aseveró  que el general Múgica era el Presidente que no tuvimos y hubiera sido muy positivo que llegara a ser titular del Poder Ejecutivo.

“Hay dos documentos interesantes que todos debemos leer: El manifiesto para la expropiación petrolera y el manifiesto que dice por qué renunció y se alejó del proceso democrático. Nunca lo considero “democrático” y lo llevo a las siguientes conclusiones:

“Que la lucha democrática se realizaría dentro de un libro, juego de ideas para definir al personal más conveniente a los intereses del pueblo. Que el partido de la Revolución Mexicana dedicaría sus actividades y autoridad a seleccionar en un ambiente popular a las personalidades adecuadas, de las que había que surgir el candidato, y que las fuerzas organizadas de la revolución mexicana estarían dispuestas a manifestar sus convicciones y a definir sus intereses sociales y políticos, fuera de la tutela de sus directivas. Esto no es injusto, es un equilibrio para contender en un clima de civilidad y madurez”, prosiguió el orador, para hablar de las deficiencias que Múgica vislumbró en su partido.

“La misión histórica de partido de vanguardia entregando sus intereses vitales a grupos de vergonzantes tendencias centrista, responsabilizaba a los poderes y sectores que han podido organizarse gracias a la Revolución y que son destinados por líderes ansiosos de salvaguardar las cómodas situaciones que han alcanzado. Se dejaron entregar maniatados y han servido de instrumentos en una política de imposición que evidencia su resolución de estar dispuestos a todas las transacciones con tal de alcanzar su finalidad suprema, que es el poder por el poder”.

 Afirmó entonces Tinoco Rubí, “lo estamos viendo a la fecha y son vicios que seguimos teniendo, hay que reconocerlo. Los partidos políticos se han desacreditado, pero lo hacen por estas razones que Múgica ya disponía de las deficiencias de un partido”.

“La sociedad lo que busca es la credibilidad y honorabilidad del personaje, y se gana con hechos. Múgica tenía la razón al manifestarse. Él llegó a la dolorosa conclusión de que era difícil alcanzar victoria electoral en un proceso inequitativo, a menos  que se tomara el acuerdo  de seguir el mismo camino mediante una campaña de proselitismo pagado, de propaganda y consignas oficiales que no le gustaban. Es el pensamiento de su mandato y se darán cuenta que es la época actual”.

Finalmente dijo: “El general Múgica estuvo no tras Cárdenas, estuvo a su lado. El general Múgica es el eterno enamorado de la patria y entusiasta promotor de su lucha revolucionaria. Anna Rivera, nombra a su obra ‘Francisco J. Múgica, el Presidente que no tuvimos’”.

Al evento asistieron el presidente municipal de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, representantes del Congreso del Estado, del Supremo Tribunal de Justicia, del Concejo de Poder Judicial, de la XXI Zona Militar, funcionarios estatales y municipales, así como representantes de la Fundación Histórico Cultural Francisco J. Múgica Velázquez.