Otra alternativa para combatir la alta inflación

En apariencia el aumento de la inflación y las altas tasas de interés son producto de la política monetaria restrictiva por parte de la Reserva Federal

La inflación ha crecido de forma exorbitante en desde el 2022 | Foto: Especial

Es obligado hablar de la situación financiera internacional, después de la semana pasada que se celebró una reunión entre el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial para analizar el fenómeno global de la inflación y las altas tasas de interés, donde las perspectivas de estos organismos internacionales pronostican un crecimiento menor entre el 1.5 a 0.8 por ciento en el crecimiento económico mundial.

Los riesgos son de una inflación de mediano plazo, de altas tasas de interés que afectan negativamente la actividad productiva y aumentan el desempleo, al mismo tiempo de una amenaza de la desintegración de la economía global.

En apariencia el aumento de la inflación y las altas tasas de interés son producto de la política monetaria restrictiva por parte de la Reserva Federal y los bancos centrales para combatir el aumento acelerado de los precios, que a su vez le quitan poder adquisitivo a los ingresos y salarios por el aumento en los precios de los alimentos y los combustibles.

Pero contrario, a las preocupaciones manifestadas por el FMI y BM ese no es el problema más importante de la coyuntura económica y financiera global, sino se encuentra en la estructura productiva por un aumento del consumo de las economías, donde el aparato productivo no puede responder a la velocidad requerida, además de que los circuitos bancarios tienen mucha liquidez, es decir cuentan con un alto volumen de reservas de depósitos y esto es producto de la inyección monetaria que hicieron los gobiernos durante el cierre de la economía para apoyar a las familias durante la pandemia a través de transferencias monetarias.

De esta manera los riesgos pronosticados por estos organismos internacionales y las preocupaciones de los gobiernos para evitar en el corto plazo una recesión económica de una profundidad insospechada y de no corta duración.

Es por ello que una posible alternativa a la solución para disminuir el proceso inflacionario y dejar de un lado la política monetaria restrictiva pasa por la reestructuración productiva en cuatro dimensiones: la producción, la circulación o logística, la distribución y el consumo.

Por lo que se refiere, a la producción se tienen que tomar medidas encaminadas a la restructuración productiva que pasa necesariamente por la aplicación de las innovaciones tecnológicas-la cuarta revolución industrial y la inteligencia artificial- para aumentar la capacidad productiva que significa el incremento de la productividad; sin embargo la producción o el proceso productivo también es consumo en lo referente al consumo que significa los requerimientos de bienes de capital e insumos intermedios para la producción.

En cuanto a la circulación entendida como la logística, las economías y los gobiernos también tienen que invertir en un aumento de la inversión en infraestructura, es decir en carreteras y la modernización de los ferrocarriles para hacer más dinámica las transportaciones de mercancías y reducir los costos de transporte y los tiempos, adicionalmente se tiene que profundizar todo lo referente a las telecomunicaciones.

En relación a la distribución, es necesario llevar a cabo una política redistributiva que tenga como objeto una mejor distribución del ingreso nacional y esto pasa por una nueva política social acompañada por la cualificación y capacitación para el trabajo que tenga como finalidad aumentar la productividad y el capital productivo y del trabajo que significa un aumento de la productividad de las economías.

La desigualdad social no se soluciona con transferencia asistenciales, sino con un aumento del crecimiento económico, el empleo y las remuneraciones salariales o al trabajo es por ello que tiene que ir vinculada la política social con la intervención  en el mercado laboral y la inversión por parte del gobierno en educación que implica necesariamente movilidad social, en especial en la educación media, tecnológica y superior; el gobierno tiene que aumentar el subsidio al sector educativo con su consecuente modernización donde participen activamente todos los sectores en la elaboración de un nuevo modelo educativo con un sentido social.

Por lo que respecta, al consumo es necesario reestructurar los mercados y los patrones del mismo, esto está relacionado con las remuneraciones de los ingresos y los salarios.

Mención aparte merece, una nueva definición del papel de los estados y gobiernos en el ámbito económico, el grado de participación en el proceso productivo y económico con respecto a la regulación o desregulación de los mercados financieros y el conjunto de los sectores productivos de los países.

Todo el conjunto de propuestas antes expuestas, necesariamente pasan por la formulación de políticas públicas sectoriales donde se establezcan mecanismos específicos entre los agentes económicos y productivos de los países y los gobiernos, así como las autoridades financieras de todos los niveles.

Todo lo anterior, implica una nueva estrategia de desarrollo global donde la política económica, financiera, fiscal y monetaria esté al servicio del crecimiento económico, productivo y el empleo con mejores remuneraciones salariales con poder adquisitivo. La política de altas tasas de interés únicamente conduce a la recesión económica, un alto desempleo y la profundización del proceso inflacionario.