Morelia, Mich. – Ser madre es costoso, datos de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), señalan que se gasta desde el embarazo hasta que nace el hijo u hija 80 mil pesos, esto sin considerar los gastos de la crianza, pero, además, si se es mujer y se tiene más de cinco hijos no se trabaja, solo el 3.3 por ciento de los 21.2 millones de los hombres que son padres crían hijos.
Lo anterior fue señalado por la investigadora en temas de género de la Universidad Michoacana de San Nicolas de Hidalgo, America Ivonne Zamora Torres, quien expresó que el 49 por ciento de las mujeres con uno o dos hijos pueden seguir trabajando, mientras que, si se tiene de tres a cinco hijos solo el 22 sigue trabajando, y si se tiene más de esos hijos, es raro, que una mujer siga trabajando, a diferencia de los hombres que no tienen que renunciar a sus actividades, “el trabajo de casa no se reparte equitativamente”.
Además de este costo se tienen los costos laborales, se observa que lamentablemente como no se tienen todavía guarderías al 100 por ciento, de cada 10 mujeres solo dos pueden acceder a un servicio de guardería gratuito. Sólo dos de cada diez mujeres pueden acceder a una guardería gratuita, pero están obligadas a cumplir su jornada laboral, y continuar con un trabajo no remunerado en el hogar.
La investigadora del Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, dijo que el costo de la maternidad va desde dos esferas, la parte cualitativa que es tener que renunciar a sueños y oportunidades, y el costo cuantitativo, de cuánto cuesta ser mamá y el costo de procrear.
Ponente del foro “El Costo De La Maternidad”, la especialista en temas de equidad de género, igualdad de género y oportunidad para las mujeres, indicó que acceder a una guardería por parte de las mamás se tiene que desembolsar el salario para poder tener esa oportunidad y ser equiparable contractualmente con un hombre.
“Esto implica perdidas de oportunidades laboralmente, no me desarrollo, no tengo ese ascenso”, mencionó al señalar que las mujeres no trabajan menos, porque además si son económicamente activas siguen cumpliendo sus 8 horas y trabajan más, “el trabajo remunerado sigue siendo el mismo, pero tenemos el costo adicional de un trabajo no renumerando.
Las estadísticas señalan que las mujeres a la hora de casarse pierden siete horas de su vida, mientras que los hombres ganan tres horas a la semana, por la forma tan inequitativa en como se distribuye el trabajo no remunerado y el área de cuidados, porque las mujeres tienen que lidiar con el cuidado de los pequeños.
