Morelia, Mich.- La instalación de lonas y conos de plástico, con la que el comité vecinal “No al gasoducto” sostenía su plantón para frenar la continuación de la obra, fue sustituida por montículos de tierra, ante las agresiones y amenazas de las que han sido objeto las vecinas que resguardan el sitio.
Esto ocurre luego de que el jueves pasado, según consta en un video, el chofer de un camión de cerveza agrediera a una vecina miembro del comité, cuando ésta había ido a preguntarle cómo es que había entrado a la zona de la manifestación. El vehículo había ingresado para surtir producto a uno de los bares que se encuentran dentro del área intervenida.
“Paso a revisar [las instalaciones] antes de mis labores y me encuentro que las lonas de ambos lados que obstruyen el paso están tiradas, siendo que las teníamos levantadas en la madrugada. Descubrí el camión de la cervecera adentro y los cables reventados de todas las lonas. Fui a preguntarle al chofer por qué nos hacía tantos destrozos (…) Me dispuse a grabar su respuesta (…) Primero me dio la espalda y al verse filmado de cerca, me quiso quitar el celular, no lo soltaba, me lastimó la muñeca”, relata la vecina.
Minutos después de la agresión, cuando se encontraba reacomodando las instalaciones del plantón, llegó una patrulla de la Policía Municipal con el número 129, llamada por personal del bar. La agente que atendió la situación “me dijo, prepotente, que esta es calle y que dejara de poner las piedras, si no le enseñaba el papel del amparo de vecinos”, dijo la agredida.
En los videos se ve a la policía solicitando documentos para poder justificar la manifestación, así como pidiéndoles que vayan a las instancias correspondientes para arreglar la situación –se entiende, la del gasoducto.
Agresiones y amenazas sistemáticas
Eva Barriga, presidenta del comité vecinal, comenta que valorarán interponer denuncias ante estas y otras agresiones que han vivido en días recientes.
Anoche, cuando varias vecinas estaban reunidas en el sitio, unos coches pasaron por encima de los montículos de tierra recién instalados: “Casi nos atropellan, pues nos echaron encima los carros. Después de que hicieron lo que quisieron, se fueron al bar a beber”, relata.
El lugar al que se refiere es un establecimiento aledaño. En días pasados, cuenta, una persona que se ostentaba como el dueño de este bar les pidió quitar el plantón: “Que lo estamos perjudicando y que nos lo está pidiendo de muy buena manera, tipo amenaza, que abramos el libramiento, que nos pide sólo viernes y sábado [sic]”.
Las vecinas relatan que en días pasados una motocicleta que atravesó por el área de la manifestación a exceso de velocidad atropelló a una vecina que estaba haciendo guardia.
Los incidentes han sido varios y no es extraño que las que hacen guardia se encuentren con raspones o incluso puntos quirúrgicos (suturas).
Sin respuesta de las autoridades
La ruta que les planteó la agente de la policía municipal no les resulta nueva. El comité vecinal “No al gasoducto” ha solicitado la información en el ayuntamiento desde hace semanas para conocer los detalles de la obra: permiso y manifestaciones de impacto social y ambiental con los que se justifica. Incluso dejaron una solicitud por escrito que hasta ahora no ha sido respondida.
Ante las omisiones, el comité ha interpuesto dos amparos, uno individual y otro colectivo, con la finalidad de que se transparenten los detalles de la obra a través de la autoridad del poder judicial. Estos procesos aún se encuentran en curso.
Pese a que ha circulado un presunto permiso otorgado por el ayuntamiento de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar, presidente municipal, ha dicho que el gasoducto no es una obra bajo su responsabilidad, sino de la federación, por lo que, argumenta, es a las autoridades de este orden a quienes se les debería solicitar la información.
Yankel Benítez, secretario de presidencia, por su parte, declaró el 17 de mayo en entrevista para el medio que no sabe de ninguna instrucción que haya girado el juez para que el ayuntamiento presente documentación al respecto.
