Si limoneros no denuncian, encubren

Luego de que el cobro de piso por kilo cortado de limón pasara en Tierra Caliente de los 40 centavos a un peso, el gobernador pide denuncias.

El gobierno estatal procedería de oficio por las extorsiones, indicó Alfredo Ramírez, quien señaló que los productores limoneros no se quieren reunir con la Secretaría de Seguridad Pública | Fotografía: Agencia Comunicación Gráfica.

Morelia, Mich.- Los productores limoneros extorsionados podrían encubrir a sus extorsionadores, expresó el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla.

Lo anterior lo dijo el mandatario al señalar que los productores han sido buscados por el secretario de Seguridad Pública (SSP), José Alfredo Ortega Reyes, con quien se han negado a reunirse; no obstante lo cual Alfredo Ramírez apuntó que si ellos presentan una denuncia anónima el gobierno tendría mayores elementos; de lo contrario, estarían encubriendo delincuentes.

“Si no presentan la denuncia pues estarían encubriendo bandas de delincuentes, estarían encubriendo a sus propios extorsionadores y eso sería muy grave; entonces el estado está actuando, el secretario de Gobierno (Carlos Torres Piña). No han querido reunirse los productores con el secretario de Seguridad Pública, es muy extraño”, externó el Ejecutivo estatal.

En ese tenor, pidió mayores elementos a los productores para proceder por el delito de extorsión, entre ellos una denuncia para atender la situación que se vive en la zona, ya que, expuso, no han presentado hasta el momento denuncias, salvo la que ya presentó de oficio el gobierno estatal.

“Ya hay una denuncia por extorsión en el caso del limón; aunque, hay que decirlo, los productores de limón no han presentado denuncias ya hay una de oficio por el tema en este sentido”, insistió Ramírez Bedolla.

Subrayó que desde el gobierno estatal se investiga el tema, al que se dará seguimiento para esclarecer la situación que se experimenta en Tierra Caliente, donde en días pasados las actividades se detuvieron al menos en cinco empacadoras por el aumento del cobro de piso, al pasar de 40 centavos a un peso por kilogramo cortado y comercializado de limón.