México y la ignorancia, algunos datos

AMLO mostrando datos sobre la precepción de la corrupción en México. | Fotografía: Cuartoscuro

Parafraseando a Murphy, las cosas buenas tienden a desaparecer, pero las malas se resisten. Esto viene al caso por que pasan años y sexenios y México continúa en los últimos lugares en lo relativo a educación entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y no mejora mucho si se toma en cuenta al resto del mundo, incluso en algunos rubros estamos por abajo de algunas teocracias islámicas, lo que es mucho decir.

En el listado que anualmente elabora Transparencia Internacional, México continúa ocupando un lugar muy bajo en el Índice de Percepción de Corrupción; estamos en incómoda vecindad con Yemen y Siria. Otra, nuestro poco eficiente, heterogéneo y costoso poder Legislativo año con año pelea el último lugar en la confianza ciudadana con el ineficiente aparato policíaco. Pero lo más grave es el problema educativo; México, desde hace lustros, mantiene un pésimo nivel. ¿Razones?, muchas, SEP, SNTE y CNTE son solo variaciones del mismo tema, distinguibles únicamente por nivel de agresividad y violencia de la CNTE. “México tiene décadas de atraso educativo” afirmó en determinado momento la OCDE; no hay manera de negarlo; según sus cálculos siendo optimistas nos llevaría entre 25 y 60 años abatir el rezago educativo tomando en cuenta el gran daño ocasionado por los desastres de la 4T en el campo de la Educación. Es un hecho que por acciones y omisiones de la SEP se han perdido cuando menos dos generaciones completas.

Negar lo evidente nunca ha sido una buena idea, somos un país con una mayoría de gente de escasa cultura, que casi no lee, y lo poco que lee no siempre lo comprende; un país donde las personas tienen como principal fuente de formación e información a la televisión abierta, las redes sociales y en menor grado los noticieros radiales. De lectura de libros mejor no hablamos.

En México abundan los ignorantes, aclarando que “Ignorante” no es quien no sabe, sino quien no quiere ni desea aprender; pues en su bendita ignorancia consideran tener suficientes conocimientos sobre prácticamente todo. El mexicano, al preguntársele, opina sobre muchas cosas, aunque no tenga ni la más remota idea de lo que está hablando. Así, encontramos a infinidad de personas que se atreven a opinar, como si supieran de lo que hablan, sobre política, educación, reforma energética, refinerías, aeropuertos, paridad peso/dólar, etc.

Los ignorantes no saben dialogar ni escuchar, se concretan a repetir una y otra vez los argumentos que le escucharon a su Mesías, mismos que aceptan acríticamente porque embonan con sus atávicos prejuicios. Y si consideran que es necesario gritar, lo hacen, pues también creen que el que grita más fuerte gana la discusión.

El futuro de México se ve complicado, y siendo honestos debemos aceptar que tenemos varias desventajas estructurales producto de taras que arrastramos desde la colonia. Vale la pena recordar que en el pasado siglo XX la mayoría de las naciones de África, Asia y América Latina ensayaron todos los modelos económicos para salir de la pobreza y el subdesarrollo: Estatismo, neoliberalismo, sustitución de importaciones y el socialismo soviético (antes de su extinción). Sin embargo, sólo Corea del Sur, Taiwán, Singapur y Malasia han podido salir del atraso. Los demás países, especialmente los de África y la mayoría de América Latina, México incluido, siguen en la categoría de países del Tercer Mundo.

¿Razones? Ellos aceptaron y desarrollaron un verdadero cambio cultural, una cultura donde se ha dado la máxima importancia a las ciencias matemáticas, físicas, químicas, biológicas y sobre todo a la investigación científica. Hoy la tecnología derivada de estas ciencias innova las exportaciones de Corea del Sur, Taiwán, Singapur y Malasia lo cual crea más prosperidad

Tanto Corea del Sur como Taiwán eran tan pobres como el Perú y Bolivia en los sesentas del siglo XX. Hoy en día, gracias a una verdadera revolución educativa, con una alta inversión en ciencia y tecnología, se dan el lujo de competir con Estados Unidos, Japón y la Unión Europea.

Pero seamos sinceros, aceptemos nuestra realidad educativa, la corrupción sindical y la mediocridad de buena parte de escuelas y Universidades; sabiendo todo esto ¿Podemos salir de nuestro atraso? La respuesta es fácil, no. Como van las cosas y si avanza la 4T nuestro futuro es la definitiva conversión de México en un narcoestado. Este pronóstico será tan cierto como que mañana saldrá el sol.