Se mantienen retos para el gobierno estatal, pese a relativos avances: analista

Entre los pendientes, superar el déficit en el sector educativo, los magros niveles de empleo y la falta de recursos para reactivar la obra pública.

Finanzas y estabilidad económica estatales con impactos desde la pandemia, retos para estabilizar un crecimiento que se prevé no supere el 2 por ciento en el 2023. | Ilustración: Pixabay

Morelia, Mich.- Aunque hay avances en materia económica y financiera del actual gobierno estatal, se requiere un trabajo a fondo que supere la fragilidad de las finanzas públicas estatales, déficits y dependencias con la federación, que se impulse el desarrollo local y genere oportunidades para impulsar el empleo y mejores oportunidades de vida para los michoacanos.

Así lo considera el analista en materia económica Heliodoro Gil Corona, catedrático e investigador de la Facultad de Economía “Vasco de Quiroga” de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH).

En su espacio a través del canal Youtube, el especialista considera que los retos para la administración que encabeza el morenista Alfredo Ramírez Bedolla están en rebasar el déficit en el sector educativo y a los magros niveles de empleo que se generan por la poca inversión, además de la falta de recursos estatales para reactivar la obra pública.

“Aún se está lejos de conseguir un milagro financiero en Michoacán”; los retos de las finanzas públicas siguen siendo estructuralmente complejos y es necesario aún con señales de avance, seguir perseverando, considera.

Ubica “tres momentos difíciles” que restringen la actividad económica, tanto por condiciones heredadas como por las creadas desde la actual administración.

El primero sería un crecimiento marginal de la economía estatal en el 2019 de solo 0.3 por ciento, vinculado a una escasa inversión pública estatal, la desaceleración del empleo formal, a déficits presupuestarios t la contratación de más deuda pública por 3 mil millones de pesos.

En el segundo plano, ubica en el 2020 la crisis generada por la pandemia del covid-19 a nivel nacional y mundial, con la caída del Producto Interno Bruto Estatal de 5.6 por ciento, la pérdida de mil 500 puestos laborales, más los “déficits crónicos que padece el gobierno estatal y con más deuda, por 4 mil 090 millones de pesos”.

Desde el inicio del gobierno morenista a la fecha, 2021-2023, considera que hay una etapa de recuperación, pero que ya “empieza a tener contratiempos”. Como ejemplo de ello cita los siguientes elementos:

En el 2021, la economía estatal creció 4.1 por ciento, pero en el 2022 descendió a 3.4 por ciento y, hasta el primer semestre de3l 2023, apunta a un crecimiento “de apenas 1.2 por ciento”.

En el 2022 al 2023, el sector industrial creció a una tasa anual de 2.2 por ciento, sector que se mantiene con una “conducta errática” y aunque el periodo reciente observó una recuperación, esta tiene visos de una recaída en el resto del 2023.

La industria de la construcción, añade, en el 2022-2023 apenas creció 0.5 por ciento y no se avizora una recuperación plena de este sector por la falta de inversión pública y privada.

El empleo es otro sector que no repunta. Entre octubre del 2021 hasta agosto del 2023, de acuerdo a los datos del Instituto Mexicano del Seguro Social, se crearon 13 mil 467 empleos formales, un promedio mensual en el periodo de 499 plazas laborales, “muy reducido” porque se requieren generar 3 mil puestos al mes.

Llama la atención también sobre las trasferencias monetarias externas que han perdido dinamismo, “lo que no significa que haya movimientos importantes” en su comportamiento. Las exportaciones del estado crecieron 3.1 por ciento, pasaron de 3 mil 769 millones de dólares a 7 mil 585 millones de dólares, pero del total de las mismas el 61 por ciento correspondió a productos del campo y el 39 por ciento a productos industriales.

Sobre las remesas, también han perdido dinamismo; en el periodo 2022-2023 apenas crecieron 5.2 por ciento y cerrarán con una aportación al PIBE de 15.9 por ciento, cuando en el 2022 fue de 16 por ciento, reducción que tiene que ver con la fortaleza del peso.

Señala además como freno al desarrollo económico la fragilidad de las finanzas públicas estatales, en la que destaca el déficit presupuestal que limita la capacidad de inversión: del 2016 al primer semestre del 2023, en promedio los déficits “ronda los 5 mil 500 millones de pesos”, pasivos que se han cubierto con “apoyos extraordinarios de la federación, apoyos no regularizables” que subsanan limitaciones particularmente en el sector educativo y que se sigue presentando hasta la fecha.

Respecto a las fuentes de ingreso, “aún con cierta mejoría, lo cierto es que hay una excesiva dependencia de los ingresos de origen federal”. En el 2021, cita, los ingresos propios eran del 5.5 por ciento del total de los ingresos y los federales el 94.5; en el 2022, de 7.8 por ciento y 92.2 por ciento, respectivamente; en este primer semestre del 2023, es de 8 por ciento y 92 por ciento.