Un seis de enero de hace 111 años…

Natalio Vázquez Pallares. | Fotografía: Archivo Natalio Vázquez Pallares

Inicia el 2024, tan solo hace tres noches todo el orbe clamaba por paz, por la salud, por el bienestar para todos. Al parecer no hay oídos para el clamor de los pueblos del orbe. El genocidio contra Gaza continúa, el aniquilamiento de mujeres y niños es algo de no creerse, sin embargo, está llevándose a cabo cada minuto.

A pocas horas de iniciar este año, hubo un terremoto de intensa magnitud llevándose a cabo más de 20 repeticiones a lo largo de ese primer día del año. 

En Indonesia, en México el Popocatépetl estuvo saludando al año con 15 horas de tremor y erupciones, también en Ecuador hubo actividad volcánica. El Sismológico Nacional de Guatemala informó sobre una fuerte explosión del Volcán de Fuego a las 23:23 horas, a unos minutos de finalizar el 2023 e iniciar el nuevo año 2024. 

El líder norcoreano, Kim Jong-un, profirió amenazas nucleares a Corea del Sur durante las primeras horas de este nuevo año. Hace unos días el presidente Putin señaló que están construyendo cinco submarinos nucleares de la clase Yasen-M.

Este 3 de enero se llevó a cabo el máximo acercamiento anual entre la Tierra y el Sol, denominado perihelio. Eso produce máxima velocidad orbital, acelerando 3 mil 420 km por hora sobre la media. Es decir que, en estos momentos, nuestra distancia al Sol es de poco más de 147 millones de km, es decir, unos 5 millones de km menos que en el momento de mayor distancia (afelio), que sucederá el 5 de julio de 2024.

Todo esto sucedió mientras cenábamos celebrando la llegada del nuevo año, mientras en los primeros segundos de cada latitud del orbe, se producía el mágico cambio de año.

En esos primeros segundos de este 20024 pensé en los muchos que ya no están, pero sobre todo en cuanta falta hacen las grandes mentes, los grandes corazones, que han luchado por la humanidad, por la paz, por la igualdad, por la justicia.

Y por supuesto recordé a Natalio Vázquez Pallares, quien nació un seis de enero de hace ciento once años, en Coalcomán Michoacán, en ese entonces aún era una pequeña población, pero con significativa importancia en la historia de México, así fue en la lucha de independencia y también en el periodo de la Revolución.

Natalio nació en los primeros segundos del día 6 de enero de 1913, en plena ebullición de la Revolución Mexicana, los ideales revolucionarios imbuyeron su vida.

Desde muy joven fue un decidido y activo luchador por la paz, por el cese de la explotación del hombre por el hombre, por hacer alto a la discriminación, a la desigualdad. Luchó toda su vida por la autogestión e independencia de los pueblos de todo el orbe, y de manera especial, luchó por el modo de producción comunal, la defensa, respeto y valoración de los pueblos indígenas de nuestro país.

La defensa de la soberanía e independencia económica y política de México y el proyecto de Nación producto de la Revolución Mexicana, fue directriz de toda su vida.

Perteneció a una generación de grandes hombres que dieron la vida por un mundo diferente, donde la vida fuese prioridad, la violencia de todo tipo suprimida, fueron seres humanos sembradores de semillas de conocimiento, de paz, sembradores de árboles, de amor a la humanidad y la naturaleza. Lázaro Cárdenas del Río, Francisco J Múgica, Emiliano Zapata Salazar, Rafael Galván, Primo Tapia, Natalio Vázquez Pallares, fueron revolucionarios durante toda su vida, nunca claudicaron, tenían claro el camino.

En estos momentos de confusión, división y poca claridad hacen muchísima falta.

Tengo muchos recuerdos de muchas luchas que libró Natalio Vázquez Pallares con valentía y decisión. Ninguna estaba sujeta a estar en puesto alguno. Al contrario, sus luchas rebasaban todo puesto que pudiera tener. Siempre dio ejemplo de congruencia y honestidad a lo largo de su vida.

Su lucha contra los talamontes en los bosques de Michoacán, de Chihuahua al lado de los Tarahumaras. Su lucha por la democracia, por la libertad de pensamiento, por la libertad de expresión, por la libertad de culto. Hacedor de caminos, libertador de mentes, hacedor de sonrisas.

Estos meses he recordado de manera especial su lucha en apoyo al pueblo Palestino. Recuerdo el evento que organizó en enero de 1978, siendo presidente del Comité Mexicano por la Paz y vicepresidente del Consejo Mundial por la Paz.

Asistieron Yasser Arafat líder Palestino, y muchas personalidades del mundo, que anhelaban la paz en nuestro planeta. El periodo en el que Natalio Vázquez Pallares estuvo en la presidencia, pugno por que la paz, no fuese materia de solo un sector, sino de todo México.

Estaban Méndez Arceo, Cuauhtémoc Cárdenas, Pablo González Casanova, había representantes de todos los partidos políticos, iglesias y sindicatos. Estaban presentes y unidas todas las maneras de pensar, La Paz es tarea de todos decía Natalio.

 El 31 de enero de 1978, Romesh Chandra, presidente del Consejo Mundial, pronuncio un maravilloso discurso durante la Conferencia por la Paz, que se llevó a cabo en la Ciudad de México, en el otrora bellísimo hotel Del Prado ubicado en plena Av. Juárez, con el mural de Diego Rivera como mudo testigo.

Su discurso versó sobre La Paz, sobre la importancia de el amor y el respeto a la vida.  Enfatizó el que sean respetados, amados y cuidados los niños no solo de Palestina, sino del mundo entero.

“Acaba de nacer hace unos minutos, como positivo augurio para esta Conferencia por la Paz, el nieto de Natalio Vázquez Pallares, son los niños el futuro de la humanidad, por ellos es que debemos luchar todos los días, por que la paz sea en el mundo entero. Que todos los pueblos, todas las naciones, todos los individuos sean respetados.”

La lucha por la paz decía Natalio Vázquez Pallares: “va intrínsicamente unida a la lucha por la igualdad, la justicia, al conocimiento, la salud, al respeto al otro. Se debe lograr poner alto al racismo, a la ignorancia, a la miseria, al hambre, a la explotación. La paz no debe ser resultado de la muerte, de la violación a todo derecho.  La Paz ha de lograrse en cada uno de nosotros para ser una realidad en el orbe entero”.

Esa madrugada del primer día de este nuevo año abrasé desde mi corazón a mi padre, al respetado y queridísimo General Cárdenas, que tanta falta hacen.

Dentro de dos días será 6 de enero, día de los Reyes Magos, en el que se piden deseos, se convive, se comparte, se sonríe.

 Gracias, papá por enseñarme la magia del vivir, de luchar por los ideales.