Compromiso de seguir luchando….

Busto en honor a Natalio Vázquez Pallares. | Fotografía: cortesía Xuchitl Vázquez

El próximo martes 26 del presente, se conmemora el XLIII aniversario luctuoso de Natalio Vázquez Pallares.  

En lo personal no me gustan los homenajes, recuerdo recién había fallecido mi padre, no asistía a ellos. Un día, siendo Gobernador Lázaro Cárdenas Batel me dijo que el acto era oficial, y por su relevancia histórica, sería muy valioso que fuese orador oficial, personas afines a su ideología, congruencia y actuar revolucionario. Así fue como Lázaro me hizo parte de la organización de estos actos.

Coincidí con Lázaro en la importancia de la historia, en no permitir el olvido. He procurado siempre invitar a personas afines a su ideología, que lo hubiesen conocido y/o a historiadores e investigadores estudiosos de su vida y obra.

 Se convirtió en un acto lleno de vida y cariño, donde se prioriza el conocimiento de nuestra historia a través de la vida y obra de Natalio Vázquez Pallares.  Es ante todo compromiso de continuar luchando cada día por un mundo mejor, por un México soberano, con justicia, igualdad y paz.

 Si hay alguien que lo conocía y compartían idea e ideales, es Cuauhtémoc Cárdenas, es por eso que transcribo parte de su discurso del 26 de marzo de 2023. 

“Conocí a Natalio Vázquez Pallares a través de la relación de amistad y política que mantuvo con mi padre.

Así empezamos a tratarnos y a desarrollar una amistad y una identidad que se prolongó hasta que él faltó hace cuarenta y dos años.

Coincidimos acompañando a mi padre en recorridos por diferentes partes del país, lo que daba la oportunidad de escucharlo en largas y amenas pláticas, en conocer cómo, desde muy joven, desde Coalcomán, venía el conocimiento con mi padre, cómo había vivido la rebelión cristera en su tierra natal, cómo había sido su participación en la formación e impulso de las Juventudes Cardenistas que tomaron parte en la campaña política de 1933-34, en la formación del  FESO (Frente de Estudiantes Socialistas de Occidente) en la Universidad de Guadalajara.

 Mucho platicábamos de los problemas del país y de los desvíos de diferentes administraciones de los objetivos y caminos de la Revolución.

Conocí los artículos que, siendo él diputado de la XL Legislatura federal, publicó en 1952, en defensa del petróleo nacionalizado, rechazando con energía la suscripción de contratos riesgo, artículos que mucho disgustaron al gobierno de ese entonces y mostraron una vez más la solidez de su patriotismo.

Con interés seguí la jornada democrática de 1961-62 en la que Natalio, junto con Emilio Romero y Enrique Bravo, encabezó la Unidad Revolucionaria, buscando abrir democráticamente al partido oficial en la elección de gobernador de 1962, que tropezó con la cerrazón del gobierno federal y llevó a que Michoacán tuviera por seis años una administración altamente antipopular y fuertemente represiva a cualquier asomo democrático. Fue ese gobierno el que arbitrariamente interfirió la vida interna de la Universidad Michoacana y cuando se dio el allanamiento, la toma militar del Primitivo y Nacional Colegio de San Nicolás.

Y estamos, por cierto, frente al Colegio, corazón de la Universidad Michoacana de la que, muy joven, Natalio Vázquez Pallares fue rector.

Durante su rectorado y promovida por él, el Congreso local expide una nueva Ley Orgánica para la Universidad, buscando que su actividad se correspondiera de manera directa con la propuesta educativa del gobierno de Lázaro Cárdenas: la educación socialista.

…En algún momento, Natalio expresó que “había que ‘nacionalizar el marxismo’, que para él significaba ‘sumergirnos en la historia y geografía mexicanas; recobrar la tradición de luchas de las masas populares y de sus grandes conductores; aprender de sus gestas victoriosas como de sus derrotas.’

También insistía en ‘la defensa del patrimonio nacional y la lucha por reformas estructurales’

Y quiero pensar que ese socialismo, de profunda raíz mexicana, fue el que adoptó e impulsó Natalio Vázquez Pallares en su actividad pública.

En pláticas con él, recuerdo que frecuentemente hacía referencia al artículo 3° constitucional, diciendo que en él se encontraba la mejor síntesis del marco en el que debieran desarrollarse el país y la sociedad. Ese texto establecía que la educación que imparta el Estado “tenderá a desarrollar armónicamente todas las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la patria y la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y la justicia:

I.             Garantizada por el articulo 24 la libertad de creencias, el criterio que orientará a dicha educación se mantendrá por completo ajeno a cualquier doctrina religiosa y, basado en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios. Además:

a)            Será democrático, considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo.

b)           Será nacional, en cuanto -sin hostilidades ni exclusivismos- atenderá a la comprensión de nuestros problemas, al aprovechamiento de nuestros recursos, a defensa de nuestra independencia política, al aseguramiento de nuestra independencia económica y a la continuidad y acrecentamiento de nuestra cultura.

c)            Contribuirá a la mejor convivencia humana, tanto por Los elementos que aporte a fin de robustecer en el educando, junto con el aprecio por la dignidad de la persona y la integridad de la familia, la convicción del interés general de la sociedad, cuanto por el cuidado que ponga en sustentar los ideales de la fraternidad e igualdad de derechos de todos los hombres, evitando los privilegios de razas, de sectas, de grupos, de sexos o de individuos”.

Con esa ideología y estos principios condujo su vida Natalio Vázquez Pallares. Y así lo encontramos solidarizándose con la lucha de los trabajadores electricistas de la Tendencia Democrática, encabezados por Rafael Galván, en la defensa de sus derechos. Así fue solidario con el movimiento popular de Michoacán que apoyó mi pretensión de llegar al gobierno del estado en 1974 y, desde luego, me acompañó en las campañas por el Senado y por la gubernatura en 1976 y 1980. Su solidaridad fue para mí, certeza de que el rumbo era el correcto.

Recordaremos a Natalio Vázquez Pallares y lo recordarán generaciones futuras, como un luchador infatigable, firme revolucionario, michoacano con profundo apego al terruño y nicolaíta de corazón, presente siempre en los esfuerzos liberadores del pueblo mexicano”.

Transcribo a continuación parte del discurso de Cuauhtémoc Cárdenas el 6 de enero de 2013, en el centenario del nacimiento de Natalio Vázquez Pallares, expresó:

“Si nos preguntamos qué fue Natalio Vázquez Pallares, en las respuestas encontraremos que fue un distinguido revolucionario, un hombre de ideas, un socialista imbuido y buen conocedor de las corrientes del pensamiento universal, al mismo tiempo con hondas raíces mexicanas, que fue un nicolaíta apasionado, activista entusiasta de sus causas políticas, firme defensor del petróleo y la soberanía de la nación, michoacano por los cuatro costados, siempre con su Coalcomán en el corazón, pero en su corazón también las comunidades indígenas y los campesinos todos.

Natalio era pasión en el verbo y en la acción, era firmeza y rectitud en las ideas y en la conducta, lealtad a los principios y lealtad, entrega y afecto a las amistades, objetivo para reconocer valores en los demás y respetuoso de diferencias y disensos –por eso hizo amigos y ganó el respeto de quienes se movían incluso muy lejos de él en el espectro político e ideológico. Nunca se torció, ni cayó en sectarismos o intolerancias.

El ejemplo de Natalio Vázquez Pallares y el que nos encontremos hoy honrando su memoria, nos establece el compromiso de seguir en el esfuerzo en el que él fue participante destacado por construir una patria soberana, democrática, igualitaria, justa y generosa para con sus hijos.

Por eso no nos deben ser ajenas las luchas actuales por los derechos de los pueblos indígenas –el cumplimiento de los Acuerdos de San Andrés-; por la justicia y el fin de la violencia demencial que azota por todas las regiones; por el empleo digno, el salario suficiente y una sólida y amplia seguridad social de carácter universal; por la recuperación productiva del campo y la elevación de los niveles de vida de los campesinos; por universidades públicas con una educación de alta calidad;  por el fin de las guerras preventivas, el respeto a la autodeterminación de los pueblos y la paz en el mundo.

Esas, en las expresiones de su tiempo, fueron causas a las que Natalio sin reservas se entregó y en las que empeñó su creatividad, las condiciones mismas de su vida y su esfuerzo material. Comprometiéndonos con nosotros mismos en impulsarlas, será la mejor forma en que cada uno de nosotros pueda honrar al preclaro michoacano que hoy estamos recordando”.

No cabe duda, que no se debe permitir el olvido de los grandes hombres, y grandes hechos del pueblo de México. Por ello acepte ser parte de la organización escogiendo siempre a quien debiera ser el orador principal.

Los actos del 26 de marzo no son de tristeza por su muerte, sino de agradecimiento y sobre todo de reconocimiento por todo lo que hizo Natalio Vázquez Pallares por el bien de la humanidad y de México.

 Nunca ha faltado el canto de Roció Vega, José Luis, y en ocasiones de sus hijos. Siempre de manera comprometida y gran cariño.

Este año, por coincidir la fecha con los tiempos electorales, se tomó la decisión, de que no habrá acto alguno.

Únicamente se realizará a las nueve de la mañana, de este 26 de marzo, una guardia de honor y colocación de ofrendas florales.

Ahí estaremos, como siempre con enorme cariño, y el compromiso de luchar cada día por un mundo con igualdad, libertad, justicia y paz.