Morelia, Mich.- Oscilaría entre 20 y 25 el número de comerciantes que aún operan en el Centro Histórico de Morelia sin tolerancia para ello, reconoció el director de Mercados y Plazas, Marco Antonio Garibay González, en el marco de una estrategia impulsada por el gobierno local para “limpiar” de ambulantes las calles de la ciudad.
Se suelen ubicar principalmente en las calles Valladolid y Vasco de Quiroga, y entre ellos se encuentran oferentes de papas, churros de azúcar, garbanzo y elotes, quienes, reparó el funcionario, son oriundos del municipio de San Lucas, a pesar de que muchos de los tolerados tampoco son morelianos.
A los eloteros, incluso, se les ha retirado en cuatro ocasiones su “carrito”, en operativos que han trascendido en la prensa local, debido a que, por un lado, los ciudadanos han acusado el presunto abuso de la fuerza de la Policía Morelia, mientras que, por otro, han quedado también grabadas las amenazas que han pronunciado contra los servidores públicos.
“Cuando yo llegué había más de mil 500 tolerancias entregadas en el Centro Histórico, de manera permanente, ahorita tenemos alrededor de 300”, presumió, sin explicar con base en qué criterios fueron seleccionados, o qué pasó con los otros mil 200, algunos de los cuales –declaró– presuntamente sobornaban (“pagaban de manera extraoficial”) a inspectores de la Dirección en la administración anterior.
Actualmente, expuso, se tendrían acuerdos con las cuatro uniones de globeros, cada una de las cuales representaría a 48 o 60 agremiados, de los cuales sólo trabajan diariamente entre 9 y 12 conforme a roles.
Algo similar ocurriría con los 25 tamaleros identificados por la a administración, quienes están obligados a retirarse a más tardar a las 10:40 de la mañana, y a quienes se les asignaría próximamente un cuadrante, para que puedan colocar su puesto con la garantía de que ningún otro podrá instalarse allí.
Otro grupo importante son los artesanos urbanos que tendrían una tolerancia exclusivamente los días jueves, viernes, sábado y domingo, para instalarse en la Plaza de San Agustín, donde ya tendrían alrededor de ocho años trabajando.
“Vamos a hacer los operativos las veces que sea necesario para mantener el Centro Histórico limpio y bonito”, ha dicho el alcalde Alfonso Jesús Martínez Alcázar, quien ha justificado el uso de la fuerza policiaca para retirar a quienes, no teniendo una tolerancia, se resisten a abandonar su fuente de trabajo ambulante, en su mayoría, personas de escasos recursos.
