Morelianos, a favor de que se prohíban las corridas de toros

‘Ya no podemos argumentar ignorancia’, dijo la directora de la Casa de la Cultura Jurídica de Morelia; ‘hay violencia, pero no crueldad’, declaró, por su parte, un exnovillero moreliano.

Los ciudadanos encuestados a favor de la prohibición de corridas de toros. |Fotografía: Omar Ángel Chávez

Morelia, Mich.- Casi por consenso, los morelianos están a favor de que se prohíban las corridas de toros en el municipio, según un sondeo realizado por Cambio de Michoacán, en el marco de la suspensión temporal que instruyó, en este sentido, una jueza federal en la insigne Plaza Monumental de la Ciudad de México.

“Me da mucha pena… Es maltrato, es tortura”, dijo Gabriela, empleada del sector público de 44 años de edad, quien reparó en que “también nos los comemos” –se entiende, a los animales–, pero agregó que el alimento y el entretenimiento son cosas distintas.

“Matar por diversión está mal”, juzgó Perla, joven estudiante de 16 años, quien extendería la prohibición incluso a los jaripeos, a los que sí ha asistido, ya que en este último caso “también lastiman al toro para que repare”.

Antonio, violinista a sus 20 años de edad, fue lapidario al decir que para que un espectáculo sea bueno tendría que estar exento de violencia, de lo contrario, sería “barbarie” y sostendría su éxito en el “morbo”: “Todas las tradiciones tienen que evolucionar junto con su contexto”.

Cuestionó, por otro lado, la “hipocresía” que habría en movilizarse por el maltrato a los “animales domésticos”, como gatos y perros, y no, por ejemplo, a los toros, un activismo –cabe mencionar– que se ha calificado como “mascotista”, desde la crítica de ciertos movimientos animalistas.

Sólo Ramón, empleado del sector público de 70 años, se opuso a la prohibición al señalar que “se debería permitir” porque generaría empleos (“lo que más falta en México”) y porque, antes de la celebración de la llamada “fiesta brava”, los toros serían criados “con las mejores atenciones y cuidados”.

“Puede ser que sea cierto”, dijo respecto de la postura contraria, que, más allá del trato previo, destaca la tortura que sufren en las corridas, pero reivindicó que se trata de una tradición de larga data: “En los circos romanos se quitaban la vida, ahora simplemente es un ser vivo, un animal, estoy de acuerdo, pero es un espectáculo”.

‘Ya no podemos argumentar ignorancia’: directora de la Casa de la Cultura Jurídica de Morelia

 “Ya tenemos cosas muy claras que nos hablan de los seres sintientes, de los derechos que tienen todos los seres a vivir en paz y armonía, y no ser utilizados para los fines de ningún humano, menos para un espectáculo de semejante crueldad”, dijo, consultada al respecto, la directora de la Casa de la Cultura Jurídica de Morelia, Estrella del Rocío López Maciel.

A su juicio, las corridas de toros se sostienen en valores patriarcales y clasistas, ya que, por un lado, conjugan la “normalización del dolor de los otros y refuerzan la idea de que los animales están ahí para servirnos”, como ocurriría en un sistema donde los “unos” serían los hombres y “los otros”, las mujeres.

“La ‘fiesta brava’ tiene, además, un componente clasista, porque, mientras que el jaripeo es ‘vulgar’, es ‘corriente’, es ‘del pueblo’, a los toros van los Ramírez, por ejemplo”, dijo en referencia a una de las familias más ricas de Morelia –dueñas, por ejemplo, del Corporativo Cinépolis–, factor que abonaría a la defensa de las corridas como “cultura” o “alta cultura”.

‘Hay violencia, pero no crueldad’: exnovillero

Es “inevitable” la relación que existe entre el ejercicio de la violencia y el placer que produce la “fiesta brava”, tanto para los toreros como para los espectadores, dijo el exnovillero y poeta Ernesto Hernández Doblas, aunque agregó que la violencia no debe tomarse como sinónimo de “crueldad”.

“La violencia es un tema muy peliagudo, muy complejo, pero, en pocas palabras, la violencia está presente en muchos aspectos de la vida, la naturaleza, el mundo, el universo, etcétera”, comentó; en este sentido, añadió, estaría presente en la tauromaquia “en cuanto que está implicada la vida o la muerte de los dos seres que están en juego, no puedes decir que no la hay, muchos taurinos no ven esa parte”.

Lo que la distinguiría de la crueldad, argumentó (“no para justificar, sino para matizar”), es que se trata de una “violencia culturalizada”, esto es, un ejercicio de “sublimación, una puesta en escena de esas violencias… [Donde] el torero busca crear movimiento, ritmo, forma, de tal manera que en medio de ello haya belleza”.

Cabe mencionar que el pasado 31 de enero una juez federal otorgó a la organización animalista Todas y Todos por Amor a los Toros una suspensión temporal, con la cual se cancelarían los eventos a realizarse este domingo 4 y lunes 5 de febrero por aniversario de la Plaza de Toros.