Morelia, Mich.- Tras cuatro años en pausa, regresó a Morelia la Feria Matemática de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde decenas de niños, y también adultos, disfrutaron de espectáculos de “matemagia” y actividades como papiroflexia.
“Es que soy muy fan de las matemáticas”, dijo Matías, de seis años de edad, al explicar por qué fue uno de los primeros en llegar este sábado a la Calzada de Fray Antonio de San Miguel, donde se instalaron los diversos módulos, talleres y conferencias.
Su mamá, físico-matemática, es de quien aprendió esta pasión, aunque también dijo que ha tenido la fortuna de tener buenos maestros en la escuela.
Su número favorito fue ése en el que Yesenia, facilitadora del espectáculo de “Metamagia”, “leyó la mente” del grupo de espectadores, y adivinó el número que estaban pensando.
El que más sorprendió a las hermanas Jimena y Mónica, de 7 y 10 años, respectivamente, fue aquel donde la maga utilizó ceniza de una hoja de papel quemada para hacer aparecer, en su brazo, los dígitos que estaban escritos antes en él.
Por su parte, en compañía de su perro “Negro”, Sofía (5 años) hizo una mariposa, un dinosaurio “y un triángulo”, en el taller de papiroflexia u origami matemático, donde dijo haberse divertido mucho, razón por la cual expresó que le gustaría que estos eventos se hicieran más seguido.
Matemáticas a través de las artes escénicas
El grupo “Tamarindo”, se dedica a la divulgación de las matemáticas a través de herramientas de las artes escénicas, con su espectáculo de “matemagia”.
Yesenia Villicaña, posdoctorante del Centro de Ciencias Matemáticas de la UNAM, campus Morelia y encargada del espectáculo que vincula la magia y las matemáticas explicó:
“Lo que queremos es provocar al espectador a que se motive a entender qué hay detrás de esto, a veces con números primos, a veces cosas de imparidad y paridad… Entonces, lo único que queremos es sorprender, y que se den cuenta de todo lo bonito que hay en las matemáticas”.
Didácticas diversas e inclusivas
Las personas que no viven con debilidad auditiva, expuso Sofía García, estudiante de la facultad de Físico-Matemáticas en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMNSH), se suelen memorizar las tablas de multiplicar por medio de métodos de repetición rítmica como: “Dos-poruno-dos, dos-pordós-cuatro, dos-portrés-seis…”.
Lo que ella y Beatriz, facilitadora de educación especial, hicieron en el módulo de matemáticas con lengua de señas mexicana (LSM), es difundir una forma de aprender las tablas del seis al 10, no a través de sonidos, sino con los dedos de las manos.
Estas herramientas no sólo sirven para este sector, argumentó Jesús Hernández, del Centro de Ciencias Matemáticas de la UNAM, sino también para los niños que tienen dificultades para hacer operaciones aritméticas de manera mental, a quienes se les suele estigmatizar desde las pedagogías tradicionales.
“El problema luego se da en que muchos estudiantes dicen ‘a mí no me gustan las matemáticas’, y cuando les preguntas por qué, dicen ‘es que a mí me las enseñaron así, a la mala’, y a la mala nada entra. Aquí la idea es crear nuevas técnicas de aprendizaje, diversificarlo”.
Matemáticas y gestión emocional
Más allá de las habilidades lógico-matemáticas, en esta Feria se encuentran también facilitadoras que acompañan la gestión emocional, como es el caso de la maestra Esperanza Hernández, quien asistió como colaboradora e hizo una labor específica para la facilitación de la tolerancia a la frustración.
“Se recomienda que, si estás frustrado, intentes de una forma diferente”, “¿Qué tal si empiezas por donde te parezca más sencillo?”, “No pasa nada si decides que ya no lo quieres intentar”, y “¡lo lograste!, ¿viste que sí podías?”, fueron algunas de las frases que dijo a quienes se acercaron al módulo de rompecabezas matemáticos.
‘Las apariencias engañan’
“Las apariencias engañan” y “a pensar fuera de la caja” son algunas de las moralejas que dejan los juegos de poder desigual, como “Perros y liebres” y “Tigres y cabras”, que estaban dispuestos a la ciudadanía en la ludoteca de esta Feria, explicó Adal Téllez, maestrante de la UNAM.
En uno se podría pensar que es más fácil jugar con las fichas de los perros que buscan comerse a las liebres, pero el reto está en que éstas tienen mayor margen de movimiento; en el segundo caso, las fichas de las cabras son más, pero los movimientos deben ser doblemente cuidadosos, para que los tigres no se las coman.
Junto a éstos, había también un taller de burbujas (áreas mínimas), uno de resolver laberintos, otro de hacer y deshacer nudos (ingenio y creatividad), de teselaciones (mosaicos exóticos con figuras geométricas) y otro más de biomatemáticas (los números en procesos biológicos como la evolución de un virus, las venas de una hoja de un árbol y la forma de los caracoles).
Cabe recordar que la Feria Matemática Morelia, que cada edición reunía a cerca de 6 mil asistentes en la Plaza de Armas, entró en pausa de 2020 a 2023, debido a la pandemia de coronavirus.
