Cada 21 de septiembre se conmemora el “Día internacional de la Paz”, en este 2020 se desarrollaron diversos eventos por diferentes estructuras institucionales, de la sociedad civil, en las comunidades educativas, a través de los medios electrónicos, las plataformas digitales y en general en las plazas públicas y espacios públicos, como en el caso de Morelia que se realizó en la Plaza de la Paz, en auditorios institucionales o en Lázaro Cárdenas en las instalaciones de la Diócesis de aquella región, observando en todos ellos, las medidas sanitarias para la nueva convivencia.
Llama la atención que en estos eventos se generaron expresiones desde las instituciones para el reconocimiento por el trabajo a favor de la Paz de distintos liderazgos o bien de organizaciones de la sociedad civil, también a miembros de la sociedad civil. En este sentido es importante señalar que la Paz reagrupa permanentemente a miembros de la sociedad civil, lo hace en constructos para la atención y fomento de los conflictos sociales que se puedan suscitar.
Pero la Paz no será posible mientras no cambiemos nuestras formas colonizantes y de control sobre la madre naturaleza, mientras no desmontemos a ese hombre económico de su condición de acumular, de su posición hedonista, narcisista, en búsqueda del éxito, del lujo, del placer y en valores líquidos y transitemos o migremos a un hombre eminentemente social, que respete la otredad tanto humana como no humana.
La Paz tampoco será una realidad si es que no resolvemos los problemas de las crisis medioambiental, social y mental, requerimos de formar a la población en un respeto a la madre tierra, necesitamos urgentemente formarlos en una alfabetización de la ecología, como ya expresan Guattari y Capra.
Requerimos formar para la vida, necesitamos avanzar en la construcción de una ética de vía, pero sobre todo de un coaligante que una a estos dos principios formación y ética, por medio de la pedagogía de la vida, que avance en reconocer actividades de sostenibilidad y sustentabilidad.
Hoy requerimos avanzar en la ecoconciencia, un concepto que tenemos que construir para el fortalecimiento de todas las acciones que se emprendan tanto a nivel global, universal, como en lo global, en personal y local.
No obstante las posiciones que ofrecen los teóricos de la Paz, nos dan la oportunidad de conocer los mínimos elementos para hablar de la Paz, en ellos, la no existencia de grupos en condiciones de vulnerabilidad y precariedad, el cumplimiento y protección de los derechos humanos y las libertades, la participación ciudadana política, social y civil, pero igualmente se requiere de impulsar un modelo de cohesión social, donde se afiance la confianza, pero también la autoadscripción al grupo, como la creación y formación en valores, y desde luego la convivencia social que genere la Paz social.
Así te invito a promover la Paz en cada una de tus acciones, en un diálogo horizontal, que permita la alteridad, la existencia del otro como igual, que se dé la complementariedad, que se impulse la ecología de saberes.
Desde mi humilde trinchera felicito a jóvenes talentosos como Gerardo Armando, Julio Cesar, Pedro, Jaime, Lenin, Gabriela, Emir, y muchos otros compañeros que se encuentran en la lucha permanente como Paco Garcidueñas, Pedro Fernández, y en General mujeres talentosas como Verónica Bucio, Mujeres de Acero, Fanny de Apatzingán, y muchos otros más como José Alfredo Flores Chávez.
