Equilibrar pasivos operativos anuales en el sector educativo por 7 mmdp, reto para el próximo gobierno | IV

En conjunto, el sector educativo le cuesta caro a las finanzas estatales por minutas y contratos colectivos de trabajo con un clausulado no reconocido por la federación

Plantón de la fracción magisterial de la CNTE, Poder de Bases, en exigencia de demandas económicas al gobierno estatal. | Agencia Comunicación Gráfica

Las minutas planteadas desde la administración de Lázaro Cárdenas Batel “con un sindicato no reconocido”, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), y a las que se suman las establecidas con subsistemas educativos, son otra carga para la administración pública al no ser reconocidas por la federación, establece el economista Heliodoro Gil Corona, quien plantea que el próximo gobierno deberá lograr que la federación equilibre pasivos operativos que al año representan siete mil millones de pesos y en donde se incluye atender el quebranto financiero en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.  

La descentralización de la educación básica, señala, “no fue acompañado de lo financiero. Por una razón, el hecho de que la federación se resista a cubrir la nómina educativa no es casual. Los gobiernos de Lázaro Cárdenas para acá empezaron a crear minutas, reconociéndole a una parte del sindicalismo estatal, ciertas prerrogativas y donde más pesó es que había pase automático o, para decirlo más claro, creación de plazas para la gente que egresaba de las escuelas normales del estado, además de darle dinero a un sindicato no reconocido a nivel nacional”.

Esta situación, “le generó (al gobierno) a lo largo del tiempo, pasivos operativos, y a eso agreguemos el tema de la pésima administración en la Universidad Michoacana por el mismo tenor, de reconocer a trabajadores por vía del sindicato a través de revisión contractual, de manera que creció lo que llaman personal por tarjeta, más otras canonjías sindicales, que significan pasivos operativos de mil millones de pesos anuales”.

En esta valoración, Heliodoro Gil Corona suma a los subsistemas del nivel medio superior, entre ellos Conalep, Cecytem, Colegios de Bachilleres, entre otros, que “en conjunto estamos hablando de pasivos operativos por el orden de siete mil millones de pesos anuales, todo el sector educativo, un pasivo que no se puede cubrir”, y refiere como ejemplo el que hace una quincena apenas la Rectoría de la Universidad Michoacana pagó el 34.7 por ciento que debía del aguinaldo, cuando debió cubrirse en diciembre pasado.

“De ese tamaño es el problema”, opina.

De manera que el próximo gobierno tiene que resolver el pasivo operativo, sobre el que “hay que gestionar con toda claridad, transparencia, puntualidad ante el gobierno federal, el tema de la nómina educativa. Estamos hablando en números redondos de que el gobierno federal tiene que ser solidario con Michoacán, con 4 mil 500 millones de pesos para la parte básica, la Universidad Michoacana, esta es la gestión que tiene que hacer la próxima administración”.