DEBATAMOS MICHOACÁN: Matriz colonial del poder

Walter Mignolo plantea en el Texto Género y descolonialidad, y en el cual también reflexiona María Lugones: ¿Cuáles son los temas de género y (des)colonialidad? (Foto: especial)

Walter Mignolo plantea en el Texto Género y descolonialidad, y en el cual también reflexiona María Lugones: ¿Cuáles son los temas de género y (des)colonialidad?

Es interesante leer la posición que ofrece el teórico sobre la colonialidad a partir de revisar la matriz colonial del poder y la manera en que se sometieron los cuerpos, los saberes, la naturaleza y el poder de las culturas mesoamericanas, indoamericanas, africanas incluso orientales.

Mignolo (2008) avanza en las reflexiones sobre cómo se entrecruzo la colonialidad de ser y el saber a través de la matriz colonial del poder (MCP); la MCP, se construye a través de cuatro niveles que se mantienen interrelacionados: control de la economía, de la autoridad, del género y la sexualidad, así como del conocimiento y de la subjetividad.

En relación con el control de la economía, se generó a través de la apropiación de tierras, de recursos naturales (agua, tierra, bosques) y la explotación del trabajo, de hombres negros para el trabajo pesado, de hombres de piel color oscura para el trabajo de doméstico.

Para revisar el control de la autoridad, que incluye las formas de gobierno, la monarquía e iglesia durante los siglos XVI y XVII, para después generar el estado moderno en Europa y estado moderno/colonial fuera de Europa, tanto en América, África, como Oceanía. Acciones que caminaron paralelamente en el militarismo y carrera armamentista (OTAN), igualmente la construcción del derecho y de las relaciones internacionales.

Por otro lado, uno de los elementos de la matriz, que se contempló fue el  Control del género y de la sexualidad; “esta es la perla de la corona” que incluye la invención del concepto de “mujer”; en los pueblos originarios no había ese concepto, como tampoco había el concepto de la heterosexualidad como norma, mucho menos, el modelo de la familia cristiana/ victoriana como célula social, fueron conceptos que se construyeron después del siglo XVI y que sirvieron para la instauración del capitalismo histórico, en la división social para el trabajo y en el que hoy las mujeres demandan la economía feminista.

La cuarta posición de la matriz es revisar las cuestiones de los saberes y las epistemologías, es decir el Control del conocimiento y de la subjetividad; el control incluye no solamente las instituciones y del currículo en la enseñanza, sino también los medios que apoyan concepciones del mundo y contribuyen a formar subjetividades, es decir, las experiencias y las sabidurías incluidas.

Las interacciones han sido invisibilizadas y en ello, radica su potencia como matriz colonial de poder. La matriz fue construida en el proceso de conquista y colonización, cuando los principios de cada nivel estaban en funcionamiento en Europa.

Por ende, la matriz colonial es la que regula desde entonces las formas de vida, sociedad y economía europeas y no europeas del mundo.

Por otro lado, pero en el mismo marco colonial, fueron dos principios rectores los que se gestan en el siglo XVI: el primero, patriarcado y el segundo, el racismo. El primero regulando las relaciones sociales de género lo que le correspondía al hombre y a la mujer; pero igualmente se metieron a regular la orientación sexual de los cuerpos o como se le dice, las preferencias sexuales, todo en relación a la autoridad, economía y conocimiento. El segundo regula las clasificaciones de comunidades humanas en base a la sangre y al color de la piel, clasificaciones realizadas por hombres cristianos, blancos. Se inicia así una doble historia entre Europa y sus colonias y estas con Europa que cruza cada uno de los cuatro niveles mencionados y las interrelaciones que entre ellos se generan.

Por ello, nos debe de quedar claro que la independencia surtió sus efectos en términos de la dependencia con España, pero, no sus relaciones internas de control para el sometimiento de las dinámicas económicas, que aún continúan vigentes como en el caso de los energéticos, petróleo, la luz, incluidos el turismo y los servicios en las costas mexicanas.