Morelia, Mich.- “Este año fue el peor y lo único que hemos hecho es para lograr una justicia que no ha llegado; esas leyes están creadas para proteger los derechos de las asesinos”.
Lo anterior lo dijo esta mañana Verónica Villaseñor, mamá de Jessica González Villaseñor, asesinada hace tres años por Diego Urik en la clausura simbólica del Congreso del Estado, que ha dado la vuelta a dos iniciativas presentadas por la madre de Jessica para sancionar a los cómplices de homicidas y endurecer las penas por feminicidio.
Sin embargo, ante el proceso interminable, la mamá de Jessica aseguró que los legisladores no tienen vergüenza: “Se presentó Cristo (hermano de Jessica) y les dijo la realidad que estamos viviendo. Yo creo que los que tendrían que habernos dado una disculpa serían ellos, no nada más a nosotros como familia sino a toda la sociedad, porque esas leyes estúpidas que tienen nos afectan a todos y ésa es la única intención: visibilizar todo eso. No puedo creer que tenemos un Congreso de 40 diputados y que ellos sean los que nos están causando daño”, refirió.
Expuso que los diputados no trabajan para la sociedad sino para su propio beneficio y sus partidos, “no tengo el signo de pesos, no les importa”, resaltó Verónica Villaseñor al señalar que es momento de que empiecen a trabajar para la sociedad, ya que muestran que no les importan las mujeres asesinadas.
La mamá de Jessica recordó que hace tres años encontró a su hija sin vida, fueron cinco días hasta dar el cuerpo abandonado en un predio, sin que los cómplices de Diego Urik sean castigados.
“Tenemos unas leyes estúpidas y hemos luchado para encontrar una justicia que no tenemos y no existe”, aseveró la mamá de Jessica González Villaseñor al referir que se generó una red de protección hacia el responsable y no debieron pasar cinco días para encontrar el cuerpo de su hija y poder entrar porque quedó en un fraccionamiento privado.
Indicó que hubo muchas personas involucradas que sabían que ese hombre había asesinado a su hija, así como la ubicación del cuerpo; sin embargo, lo único que hicieron fue protegerse a sí mismos y hoy están libres, como si nada y sin mostrar ningún arrepentimiento.
“Las leyes establecen que no se puede hacer absolutamente nada porque ellos están libres. No puedo demandarlos, ni siquiera están detenidos”, recalcó la madre de la maestra asesinada, al insistir que legalmente ya no se puede vincular a proceso a quienes ayudaron a Urik y sólo hay una pena de cinco años por encubrimiento, con lo que pueden salir libres.
