Dos focos rojos de animales ferales en Morelia

Al norte, un predio albergaría a más de 100 perros sin hogar; al sur, en una primaria del centro hay 50 gatos.

Deficiencias en la figura jurídica de maltrato animal, reto en los procesos judicial . La fotografía solo es ilustrativa. | Fotografía: Agencia Comunicación Gráfica

Morelia, Mich.- Están identificados por autoridades municipales dos “focos rojos” de animales ferales (no domésticos) en Morelia, uno ubicado en un lote baldío junto al Instituto Tecnológico de Morelia (ITM, en el norte de la ciudad), y otro, la Escuela Primaria “David G. Berlanga”, también conocida como “La Tipo” (Centro Histórico).

El dato fue dado a conocer por Minerva Bautista Gómez, regidora del Cabildo del Ayuntamiento de Morelia, donde es miembro de la Comisión de Medio Ambiente, Protección Animal y Desarrollo Rural.

Aunque dijo no tener “ni idea” de la cifra exacta, la funcionaria comentó que ha recibido estimaciones según las cuales serían hasta 100 los perros que vivirían en el predio aledaño a la ITM, perteneciente a un hotel privado, donde se mantendrían con la comida que les proporciona la gente que frecuente la zona, incluyendo a estudiantes y maestros de la comunidad universitaria.

Una postura contraria sería la que habría adoptado Patricia Calderón Campos, directora de la institución, quien los habría “corrido y maltratado”, una “actitud completamente antinamalista”, según calificó la regidora, muy similar a la que se le atribuyó en semanas pasadas al director de la Facultad de Derecho de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Sergio Carmelo Domínguez Mota.

En la segunda zona de riesgo referida se habrían identificado poco más de 50 gatos, una comunidad que ha tenido bajas por envenenamiento, lo cual representaría, reparó Bautista Gómez, no sólo un riesgo para la población felina, sino también para los estudiantes menores de edad que tienen interacción con los ejemplares.

Lo que procedería próximamente en ambos casos sería actuar conforme a protocolo, comentó la funcionaria: se les capturaría y se les haría una valoración médica; si tienen padecimientos incurables que pongan en riesgo a la comunidad, se les “pasaría por la norma” (eutanasia), y si no, se les esterilizaría, se les marcaría para un monitoreo permanente y se les regresaría a su hábitat.

En ninguno de los casos, recordó, se les puede arrancar de su ambiente familiar ni se puede proceder por medio de “razias” –eufemismo para nombrar el asesinato masivo de animales ferales que se suele llevar a cabo para “limpiar” las calles de algún espacio comunitario.

También envió un mensaje a las autoridades educativas del municipio, en el sentido de que es responsabilidad de los seres humanos proteger los derechos de los animales, los cuales –dicho sea de paso– son reconocidos en normativas municipales, estatales, nacionales e internacionales, que tipifican el maltrato como un delito que merece penas monetarias y de prisión.

Cabe recordar que el pasado viernes 26 de enero se denunció en redes sociales el envenenamiento masivo de una comunidad de gatos que vivían en la Facultad de Derecho, tras una actitud sistemática de parte del director en contra de albergar a una comunidad de felinos en los edificios de la UMSNH.